Este es un libro que acaba de aparecer (septiembre de 2020) y que va a ir en directo de la imprenta a las estanterías de librerías interesadas, que no serán muchas, pero serán buenas.
Me refiero a que no va a haber presentación del libro, de ningún modo, ni particular, ni oficial, ni entre amigos, ni virtual, nada: el estado de colapso cultural propiciado por la pandemia de coronavirus lo impone.
Es un libro escrito entre dos, compenetrado. Unas voces las he escrito yo (Antonio Herrera Casado), otras el profesor doctor y académico Francisco Javier Sanz Serrulla. Es un libro “dual” por decirlo de alguna manera. Los criterios han sido pactados. Por ejemplo, solo aparecen personajes ya fallecidos (de ahí el título de “Diccionario histórico”) y dedicados a las ciencias experimentales (no humanísticas), con producción propia (de ello deriva la categoría de “autoridad científica” que se les da).
El concepto territorial “de Guadalajara” se refiere tanto a que en esta demarcación administrativa geográfica que hoy es la provincia de Guadalajara han nacido, o bien que, aún nacidos fuera de ella, aquí han ejercido buena parte de su actividad, de su magisterio y de sus investigaciones.
Es probable que no estén todos los que son (que se nos haya pasado por alto alguno, aunque seguro que no de primera fila) pero sí es seguro que son todos los que están. Muchos de ellos (era razonable) cuentan con nombres de calles, en la capital, y en pueblos. Y por eso suenan más, son más conocidos “a nivel de nombre”. Otros, también muy cualificados, aún no han alcanzado esos altares. Tampoco hace falta que suban a ellos. Bien están donde están, de momento: en el recuerdo de los afectos. En este libro.