50 TRUCOS PARA DESCUBRIR GUADALAJARA (y II)

sábado, 24 septiembre 2016 0 Por Herrera Casado
retablo

El Retablo de la Provincia de Guadalajara, de Víctor de la Vega, que hoy se conserva en la Diputación Provincial

Pasado el tumulto de las Ferias y Fiestas, aún queda tiempo para pasear plazas y calles, parques y rincones, y encontrar en ellos el eco de tiempos pasados. A quienes aquí vivimos, y a quienes nos visitan, pueden resultarles de interés seguir anotando algunos trucos con los que conocer mejor Guadalajara. Aquí van otros veinticinco, que con los de la pasada semana, completan el prometido medio centenar.

  1. Una noche de copeo por la calle Bardales es uno de las experiencia que debe vivir todo viajero por Guadalajara.
  2. Los gigantes de Guadalajara evocaban primitivamente las cuatro principales razas de la tierra: negros, amarillos, indios y blancos, representados por viejos personajes de la historia. En Guadalajara sale el rey Alfonso VI, el que recuperó la ciudad de los árabes.
  3. A principios del siglo XX, lo normal era encontrarse el cielo de Guadalajara lleno de globos y zepelines, en prácticas, pues aquí se encontraban los cuarteles del Ejército dedicados a la investigación de la Aerostación.
  4. El parque de la Concordia tiene ya más de 160 años de vida, y constituye un oasis de verdor y tranquilidad en el centro de la ciudad. Por sus espacios se distribuyen fuentes y estatuas. Un lugar a visitar, seguro.
  5. El Colegio de los hermanos maristas asienta en el edificio que fue propiedad de la duquesa de Sevillano y Condesa de la Vega del Pozo, que era la mujer más rica de España en su tiempo (finales del siglo XIX). Allí se instalí el primer ascensor eléctrico y sus fiestas eran famosas, en jardines y salones.
  6. Los capiteles del instituto “Liceo Caracense”, los del atrio de Santa María y los de los soportales de la calle mayor, se denominan “Capiteles alcarreños” porque aquí nació ese estilo renacentista en el que están compuestos.
  7. La Fuente de la Niña es un parque que tiene en su centro una pequeña fuentecilla de la que se cuenta una leyenda bastante truculenta, pues se dice que una niña se ahogó en ella al querer coger la luna reflejada en sus aguas, pensando que era una pelota.
  8. A los de Guadalajara nos llaman caracenses porque algunos antiguos historiadores identificaron nuestra ciudad con el enclave romano de Caraca. También nos llaman alcarreños (aunque este apelativo es extensivo a todos los habitantes de la Alcarria) y guadalajareños, que es denominación correcta, pero demasiado larga.
  9. El paseo de las Cruces se llama así porque todo su costado norte (donde hoy está la Audiencia, la Subdelegación de Gobierno y la Clínica Sanz Vázquez, estaba ocupado por las valles de un convento de Carmelitas, que habían pintado en sus muros las doce cruces de un calvario.
  10. En algunas casas de la calle Creus aún quedan capiteles renacentistas, procedentes del palacio del Cardenal Mendoza, que lo tuvo frente a Santa María, en lo que hoy es un aparcamiento de coches de color verde. La rapiña a veces es más piadosa con el pasado que la responsabilidad de los gobernantes.
  11. Para ver el germen del Museo de Historia de la Ciudad, que está en los sótanos del Centro “Eduardo Guitián” y que solo abre dos días al mes, hay que pedir antes cita en el Patronato Municipal de Cultura.
  12. Dicen los clásicos ( y muy pocas veces falla) que anunciar corridas de toros en Guadalajara y formarse una tormenta ese día, y a esa hora, es lo más habitual. De tal modo, que ha habido quien ha querido patentar el sistema para luchar contra la sequía, que a veces se da, y muy dura, en las tierras de Castilla.
  13. La ermita de San Roque es una de las pocas que quedan de las varias docenas que tuvo la ciudad en sus alrededores. El actual edificio es del siglo XVII y actualmente está cedido para su culto a la comunidad ortodoxa rusa de la ciudad.
  14. Es muy difícil visitar por dentro la iglesia de los Remedios. Pertenece a la Universidad de Alcalá, y nadie se ocupa de abrirla al público. El interior, espectacular, presenta en la cabecera una gran venera, reproduciendo una de las iglesias más artísticas de Trento.
  15. El Museo dedicado a Francisco Sobrino, instalado sobre las antiguas instalaciones del Matadero, es un ejemplo relevante del respeto de la ciudad a sus personajes claves, al arte cinético en este caso.
  16. En Guadalajara se construyeron los primeros automóviles de España. Por deseo del Rey Alfonso XIII aquí se edificó y puso en funcionamiento la fábrica de coches y de motores de avión de “La Hispano Suiza”. El propio monarca usaba uno de esos automóviles, considerados de lujo en la Europa de principios del siglo XX.
  17. En la Diputación de Guadalajara se custodia un enorme cuadro pintado al óleo por Víctor de la Vega y que bajo el título de “Retablo de la provincia” muestra en un paisaje idealizado los principales monumentos de la provincia, sus personajes más conocidos, sus paisajes, fiestas y perfiles. Una joya inmensa que debe visitarse.
  18. La avenida de Carrasalinera tiene ese nombre porque discurre sobre lo que fue “el camino de la sal”, que discurría desde el puente árabe sobre el Henares, hacia el pueblo de Saelices de la Sal, donde se abastecían los comerciantes del preciado producto.
  19. En la galería alta del Patio de los Leones en el Palacio del Infantado, aparecen tallados y repetidos unos animales fantásticos, los grifos, que en el siglo XV tenían por misión guardar los caminos, los caminantes y las empresas importantes de la vida: eran animales protectores.
  20. Delante de la Diputación, en la Plaza de Moreno, se alza una estatua breve con el busto de Francisco Layna Serrano: este médico del siglo XX, otorrino por más señas, fue además Cronista Provincial, y autor de numerosos libros en que se explica la historia de nuestra tierra, y la importancia y valores de nuestro patrimonio.
  21. La fiesta mayor de la ciudad fue siempre el jueves de Corpus Christi, saliendo por las calles principales una procesión con representaciones de los oficios y trabajos de la gente. Además, delante de la Custodia iban tres hombres revestidos como Jesús y sus Doce Apóstoles, y que aún hoy se mantiene viva en forma de cofradía de los Doce Apóstoles.
  22. Fue San Ginés la iglesia de los dominicos en Guadalajara. Se quiso construir grandiosa, al estilo de la de San Esteban de Salamanca, pero cuando el tema iba adelante, metieron en prisión al protector de este convento, el arzobispo Bartolomé de Carranza, cautivo de Inquisición, y se paró la obra.
  23. El edificio del Mercado, es un ejemplo muy relevante de la arquitectura neomudéjar de Guadalajara, que conviene visitar algún día en horas activas, porque sorprende gratamente.
  24. La Biblioteca Pública Provincial de Guadalajara es de las más antiguas de España (se fundó en la primera mitad del siglo XIX) y tiene más de 46.000 socios, que la utilizan frecuentemente. Pásate cualquier día por la tarde, y verás la cantidad de actividades que tienen lugar en ella, y la de gente que allú hay: es sin duda el eje cultural de la ciudad.
  25. Y un último truco, una ayuda imprescindible para conocer mejor Guadalajara, es lanzarse a la lectura de libros y monografías sobre la ciudad, su patrimonio y sus personajes. Para ello no hay mejor sitio que la Biblioteca de Investigadores de Guadalajara, sita en el Centro Cultural San José, dependiente de la Excmª Diputación Provincial: por las mañanas, a diario, un grupo de profesionales te atiende y ayuda en tus búsquedas de más información.

Con todos estos breves apuntes, creo que puede tener el lector unos cuantos puntos de apoyo para iniciar su recorrido por la ciudad. Hay además (y no debo callarlo, porque me parece una buenísima ayuda) un libro guía que considero excelente, y que se titula “Guadalajara, ciudad abierta” que han escrito un grupo de jóvenes de nuestra ciudad, agrupados en el “Equipo Paraninfo”. En 128 páginas totalmente ilustradas en color, analizan la historia, los monumentos, las fiestas, los personajes y los alrededores de Guadalajara, constituyendo la mejor Guía de la ciudad que hasta ahora se ha escrito. Va ya por la cuarta edición, y de su título tomó el Ayuntamiento la denominación de su programa turístico, al que califican como “Guadalajara abierta”. En cualquier caso, un acierto que quiero compartir con mis lectores.