Voz y memoria para José Luis García de Paz

viernes, 12 diciembre 2014 0 Por Herrera Casado

01_Jose_Luis_Garcia_De_PazEn los próximos días, y más concretamente el lunes 15 de diciembre, a las 7 de la tarde, va a celebrarse un acto que nos propondrá la memoria de un estudioso e investigador, además de defensor y valedor del patrimonio histórico-artístico de nuestra provincia. Cronista oficial de Tendilla durante escasos meses, pero escritor y conferenciante durante muchos años, el recuerdo se nos irá hacia José Luis García de Paz, a quien la Diputación Provincial va a rendir, en el Salón Multiusos del Centro Cultural “San José”, merecido homenaje.

El patrimonio de Guadalajara sigue sufriendo, como lo ha hecho en estos dos últimos siglos, agresiones y decapitaciones que se mezclan sin embargo con recuperaciones y regresos. El progresivo deterioro de la iglesia románica de Villaescusa de Palositos, podría compensarse con la inauguración del Museo de la Colegiata de Pastrana con sus renovados tapices. Y la continuada agresión que sufre, día a día, el poblado agrícola de Villaflores, en término de Guadalajara, puede tener su compensación con la inauguración en la Catedral de Sigüenza y en el contexto del Expacio Greco 2014 de los recuperados tapices de Palas Atenea.

Pero el resultado puede entenderse de forma engañosa. Porque lo que se recupera es algo que nunca debió llegar al extremo de tener que salvarlo, y lo que se pierde o está a punto de perderse no volverá jamás, ni aun con las mejores intenciones y los más generosos presupuestos. Una obra perdida, como el castillo del Cuadrón en Auñón, es una obra perdida para siempre. Y una costosa recuperación como la del Teatro Zorrilla de Milmarcos, podría haberse ahorrado si no se le hubiera dejado hundirse poco a poco, a lo largo de años.

El tema del patrimonio artístico en Guadalajara está cada vez más de actualidad, y la sensibilidad de la gente (precisamente porque lee, se interesa y tiene cada vez un punto más de cultura) aumenta en cada punto que se descubre en peligro. José Luis García de Paz, autor de un libro memorable como fue “Patrimonio Desaparecido de Guadalajara”, cuajó con sus ideas, sus estudios y sus propuestas muy hondo, y así hoy es reconocido en su tierra, en la Alcarria y aún más lejos.

Presencia de Fernández Pardo en Guadalajara

Será un día muy señalado el próximo lunes 15 de diciembre, porque además vamos a contar en Guadalajara, y en el acto homenaje a García de Paz, con la figura de excepción de un historiador concienzudo y unánimemente reconocido como es don Francisco Fernández Pardo.

Nacido en Logroño (1937), es licenciado en Psicología y Doctor en Filosofía, y académico de la Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jordi de Barcelona. Ha impartido la enseñanza de la Filosofía, de la Historia e Historia del Arte en distintos Institutos de Enseñanza Media y Escuelas de Magisterio y tras ejercer largos años como Jefe de la Obra Cultural de la Kutxa en San Sebastián, se ha dedicado a la investigación sobre la evolución del patrimonio artístico y cultural español. Experto en arte, su dedicación ha cuajado en temas como la recuperación y exhibición de la obra de Navarrete «el Mudo» (exposiciones en El Escorial, Logroño, Zaragoza, etc.); en descubrimientos de pinturas como la «Inmaculada» de Ribera aparecida en la parroquia de San Andrés de Calahorra y de otros valiosos conjuntos artísticos casi desconocidos como los derivados de la obra pictórica realizada por Francisco Domingo Marqués (exposiciones en las salas de Bancaixa en Valencia, Alicante, etc.). Sería largo, prolijo y fuera de lugar hacer ahora alusión a las tareas didácticas y de intervención en la recuperación de numerosos conjuntos arquitectónicos y museísticos del norte de España, destacando –por nombrar uno al menos- en el rescate y difusión del retablo mayor de la Imperial Iglesia de Palacio (Logroño), obra del escultor Arnao de Bruselas cuyos conjuntos se exhibieron en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, Salas de Caja Sur de Córdoba, Sala de Exposiciones de la Real Academia de San Fernando, Museo de la Universidad en el palacio de Santa Cruz en Valladolid, etc.

Ha sido comisario de numerosas exposiciones de arte a lo ancho de toda España, y en diversas ciudades europeas como Bruselas o París (Salas del Instituto Cervantes), Dublín (National Gallery of Ireland), Lisboa (Palacio Galbeias) o Museo Nacional de Túnez, en cuyas ciudades dio a conocer la exposición titulada «De Rembrandt a Goya» que concernía a una selección de los mejores grabados hallados en España.

Aunque Fernández Pardo quiere huir de cualquier encasillamiento, y mostrarse siempre como un humanista a quien nada de lo que se relacione con el patrimonio cultural español le es ajeno, debo decir que ha visto publicada su obra sobre Psicología en numerosos títulos, así como de sociología, educación y aún novela histórica («La Ruavieja» y «El golpe en la crisma»), o el ensayo («La otra alternativa», premio Ciudad de Irún, prólogo de José Luis Pinillos). Numerosas conferencias y artículos de carácter científico aparecidos en distintos diarios nacionales y revistas como el Bulletin Hispanique, Instituto de Estudios Riojanos y en publicaciones universitarias le avalan como una personalidad de las letras y la cultura española actual. Quizás lo más señalado y por lo que será siempre recordado Fernández Pardo es por su obra monumental, «Dispersión y destrucción del patrimonio artístico español», que ha ido elaborando a lo largo de los últimos 30 años y que entre el 2007 y el 2014 ha visto su publicación en seis tomos, el último de los cuales acaba de aparecer.

Un libro monumental

Mucha sabiduría dentro del cuerpo de este libro monumental, sabio y sorprendente. El autor es don Francisco Fernández Pardo. El título “Dispersión y destrucción del patrimonio artístico español”. Es el Tomo VI de la obra completa. La edición es del autor y se ha impreso en Madrid en 2014. Tiene 904 páginas, 800 grabados, muchos de ellos en color. Su tamaño es de 22 x 30 cms, la encuadernación en tapa dura y pesa casi cinco kilos. Una obra de gran lujo cuyo ISBN es el 978-7392-780-2 y su precio 88,40 €.

Todavía me tiemblan las manos, desde que terminé de pasar la última página de este libro, considerando con asombro lo que en él se contiene. Una información detallada, meticulosa, y muy abundante, acerca de una increíble variedad de temas referentes al expolio del patrimonio artístico español a lo largo de los siglos, y muy especialmente en los últimos cien años.

Sin palabras me he quedado para poder calificar este libro. Bastaría, para transmitir levemente el mensaje que contiene, copiar los títulos de los 37 capítulos que en él aparecen, aparantemente independientes unos de otros, con temas específicos, pero todos enlazados por el problema común. Por citar algunos, que pueden dar idea del volumen de información y de los derroteros que alcanza la obra: “La piqueta municipal contra fuentes, rollos, molinos, teatros, comercios…”, o “La implicación de España en el expolio nazi”, sin olvidar “Los expolios arqueológicos en España” o “Los tristes designios del tesoro bibliográfico y documental”. Cada uno de sus capítulos es por sí mismo una enciclopedia de datos, de noticias, de valoraciones y de imágenes.

Por dar idea de qué va, a pesar de su variada temática, conviene quizás empezar por el artículo dedicado a las que considera Fernández Pardo “Cuatro ciudades degradadas: Cuenca, Almería, Murcia y Málaga”. Cuando pensamos que en Guadalajara se han hecho, a lo largo de los últimos cien años, un cúmulo de despropósitos difíciles de resumir aquí, el asombro se nos dispara al ver lo que se ha cometido en otras, en esas ciudades españolas a las que Fernández Pardo considera el ejemplo más relevante de la destrucción patrimonial. Hay trabajos dedicados a “Los atentados contra las casas blasonadas” y en la responsabilidad de tantos destrozos no perdona a nadie, desde los ayuntamientos, los ministerios de Fomento, Cultura y demás… a la propia Iglesia Católica, que sale mal parada en el trabajo titulado “Las funestas consecuencias del Concilio Vaticano” o en este otro dedicado a “La Iglesia, el Estado y los impostores del arte”.

La dedicación del profesor Francisco Fernández Pardo (Logroño, 1937) al estudio de este tema tan variopinto, pero que hiere a la raíz de la nación y de sus individuos, lleva ya 30 años de militancia casi exclusiva. Son tan grandes, tan numerosas y tan escandalosas las historias que conoce, que revela en sus libros y que expone en sus conferencias, que muchas veces han rayado en lo que hoy se denomina “incorrección política”, pero que no hacen sino exponer con crudeza los atentados que nuestra herencia cultural y artística han sufrido por parte de una sociedad ajena a las valoraciones culturales del patrimonio, y atentas casi siempre al enriquecimiento y a la vanidad de quienes dirigen las instituciones.

El autor completa con este sexto tomo su gran obra que totaliza las 4.000 páginas, y que en los cinco libros anteriores, con el mismo título, y actualmente agotados en librerías e imposibles de encontrar si no es en Bibliotecas, aborda de forma metódica y por épocas la “dispersión y destrucción” del patrimonio hispano. En este libro, absolutamente recomendable para quienes se interesan por la integridad y recuperación de monumentos, documentos y piezas clave de nuestra esencia social, Fernández Pardo toca en esos 37 capítulos los temas intemporales y puntuales del tráfico patrimonial, su destrucción, su abandono y en algunos casos su afortunada recuperación y restauración. Hay de todo.

Para que nada quede en duda, doy aquí el listado pormenorizado de los temas que trata en su obra. Son suficientes para aclarar cualquier duda: I: A vueltas con la iconoclastia; II: La implicación de España en el expolio nazi; III: El opaco destino del Patrimonio Real; IV: Los grandes acaparadores del arte español; V: La dispersión de las colecciones privadas y sus beneficiarios; VI: Peripecias e iniciativas para salvar el patrimonio; VII: Los tristes designios del tesoro bibliográfico y documental; VIII: Continúa la destrucción del patrimonio industrial; IX: La incuria del Estado y las ventas de la Iglesia; X: Los tesoros de la Iglesia, ¿en propiedad o en depósito?; XI: La dstrucción monumental que no cesa; XII: Los atentados contra las casas blasonadas; XIII: La piqueta municipal contra fuentes, rollos, molinos, teatros, comercios.; XIV: Desmantelamiento y emigración de la arquitectura; XV: El aciago intervencionismo urbano; XVI: El nuevo verticalismo en arquitectura y otros abusos; XVII: Cuatro ciudades degradadas: Cuenca, Almería, Murcia y Málaga; XVIII: Los desastres urbanísticos del litoral español; XIX: Las funestas consecuencias del Concilio Vaticano; XX: Ventas, atentados y robos continuados; XXI: Venta y peregrinaje del patrimonio pictórico; XXII: Los beneficiados de los expolios; XXIII: Los expolios arqueológicos en España; XXIV: El saqueo del patrimonio cultural subacuático; XXV: La situación del Arte Rupestre; XXVI: Pinturas y dibujos evadidos; XXVII: Tráfico ilícito y recuperación de obras de arte; XXVIII: El fracaso de las restituciones; XXIX: Desorientación y declive en la pintura y en la escultura; XXX: La desaparición de la artesanía. Sus consecuencias; XXXI: Banalización y mentira del arte; XXXII: El Arte como mercancía especulativa; XXXIII: Defender lo nuestro; XXXIV: La Iglesia, el Estado y los impostores del Arte; XXXV: No todo ha sido destrucción; XXXVI: El agujero sin fondo de la financiación cultural; XXXVII: ¿Qué obstáculos impiden la protección del Arte?