Félix Díaz del Campo se escribe unos poemas
Es esta una antología vital. Porque en su centenar largo de páginas reune todos los poemas que el autor ha acumulado escritos a lo largo de su vida. En momentos de crisis, cuando la perspectiva vital se endereza y se hace más severa, uno quiere recuperar el tiempo vivido. Y esto lo hace el autor, Felix Díaz del Campo, con esos sus primeros «Poemas» que son los de toda la vida.Los Poemas de Félix
Me he fijado especialmente en esos versos iniciales dedicados a la caza, al paisaje, y a los silencios de la Naturaleza. Y me he sentido en casa, un hogar común para cuantos –tipos raros, ya– nos gusta ese momento de la quietud y el monólogo. Como dice Félix en su introducción, aunque hemos tardado años en conocernos, al fin hemos coincidido y vamos andando, con sorpresa, el mismo camino. Del que no se prevén muchas leguas, pero que vamos a hacerlas cómodamente, en paz, en charla, en la seguridad de haber marcado muchos pasos, todos ellos firmes y con huella. Esa es la que este libro de “Poemas” deja: viva, inquieta, saludable y eterna. La vida, nada menos.
Félix Díaz del Campo nació el 22 de enero de 1948 en Ambite (Madrid), en la llamada Alcarria madrileña, donde residió breves años en su niñez, pasando después la mayor parte de esta y de su juventud en la casa familiar –materna– de Alcalá de Henares; es miembro de la Sociedad de Condueños de la antigua Universidad de dicha ciudad, en la que residió hasta que, al casarse, fijó su residencia en Madrid. Desde hace años pasa también gran parte de su tiempo en su finca alcarreña de Fuentenovilla (Guadalajara).
Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, desde niño se sintió atraído por la naturaleza, pasando buena parte de su vida en el campo.
Apasionado cazador, publicó numerosos artículos en las revistas especializadas, y es autor de tres libros sobre otras tantas modalidades de caza que ha practicado asiduamente, el primero titulado AGUARDO, sobre la caza del jabalí a la espera, seguido por otro sobre la montería de título MONTEANDO, y el tercero sobre la cetrería de título NOTAS Y CARTAS CETRERAS.
En esta ocasión nos trae al papel impreso sus poemas, escritos a lo largo de su vida, especialmente en su adolescencia y madurez más joven, y que ahora publica, pensando –como él dice– sobre todo en su familia y círculo más intimo de amigos, guardando así su memoria y evitando que se pierdan y acaben en el olvido y la papelera.