Breve historia de la Crónica y Guía de la provincia de Guadalajara
En 1973 (tras el fallecimiento de F. Layna Serrano) fui nombrado Cronista Provincial de Guadalajara por parte de la Excmª Diputación Provincial. Se trata de una figura honorífica que no confiere ningún derecho y sí muchas obligaciones. Mucho compromiso, al menos.
Con el objetivo de tener reunido, en un gran archivo, todo cuanto hasta ese momento se supiera de los más de 400 pueblos habitados en ese momento, en Guadalajara, inicié la realización de una serie de notas, una por pueblo, que fui rellenando de datos, de todo tipo: geográfico, histórico, patrimonial, personajes, fiestas, gastronomía, artesanía, curiosidades… lo hacía un poco para mí, para mi propio uso y autoorganización. Era el año 1974, y todavía no existían los ordenadores: había que hacerlo a mano, a máquina, sobre fichas. Las conservo todas.
La iniciativa se reveló muy pronto utilísima. Podía proporcionar datos sobre cada pueblo a quien me lo solicitara, de forma casi instantánea, sin fiar a la memoria fechas o datos. Es más, con el tiempo, me surgió la idea de reunir todo aquel material informativo, que fue creciendo sobremanera, en un gran libro. Sería un libro así titulado, “Crónica y Guía de la provincia de Guadalajara”, en que clasificados por orden alfabético, dentro de cada una de las cuatro comarcas en que se divide la provincia (Campiña, Alcarria, Sierra y Señorío de Molina) aparecerían todos los pueblos (los vivos y los que por entonces estaba ya despoblándose) con sus datos fidedignos.
Lo empecé en 1974 y lo acabé en 1978. Lo escribí a máquina, y lo encuaderné. Lo entregué en Diputación Provincial, al entonces Presidente de la Corporación, Sr. Antonio López Fernández, quien me dijo que lo estudiaría. Personas del entorno de su gabinete lo retuvieron durante unos años, sin darle salida, hasta que en 1983, el nuevo presidente, don Emilio Clemente Muñoz, decidió proceder a su publicación, en un grueso tomo, del que se hizo una tirada de 3.000 ejemplares, siendo presentado en el Salón de plenos de la Diputación en 1983, y obteniendo enseguida un éxito de público notable, hasta el punto de que se estableció esa obra como punto de inicio de cualquier estudio que se quisiera hacer sobre Guadalajara, siendo también muy utilizado por periodistas, para hacer crónicas de pueblos, y por políticos, que usaban sus datos para pregones, discursos, etc. Me considero feliz de haber podido ser muy útil con toda la información que entonces conseguí sumar, y publicarla en forma de libro.
Agotada la primera edición, el siguiente presidente Sr. Francisco Tomey Gómez decidió hacer una nueva edición, que yo mismo actualicé en datos y se sumaron muchas imágenes y planos. Esa segunda edición, de 1988, constó de 5.000 ejemplares, y fue sufragada íntegramente por la Central Nuclear Trillo. El libro se siguió usando, y sirviendo de base de datos para estudios, crónicas, libros, etc. Pero también se agotó, y quedó una cierta laguna de información, aunque progresivamente, la estructura social de la provincia ha ido haciendo que fuera mucho menor el público interesado en la historia y el patrimonio de sus pueblos.
En 2017, personalmente elaboré una reedición de esta “Crónica y Guía de la provincia de Guadalajara”. Añadí muchos datos nuevos, corregí algunos que estaban erróneos, complementé gráficos, y añadí una abultada galería de planos. Todo ello se elaboró en el gran formato del folio ampliado, pero en formato PDF, grabado sobre disco DVD incluido en carpeta plástica con cubierta. De esta tercera edición se han debido de vender una docena de ejemplares.
Las sucesivas ediciones las dediqué “A mis hijos, Alfonso y Águeda”, siendo prologada la segunda de ellas por Camilo José Cela, Premio Nobel de Literatura. La tercera se la dediqué “A mi nieto, Adrián Herrera Botías, en el día de su venida al mundo, 17 de marzo de 2017”
El original de este libro, mecanografiado, lo cedí a la Biblioteca Pública Provincial de Guadalajara. La verdad es que durante un tiempo hubo muchos ejemplares en centros oficiales, periódicos, bibliotecas, y casas particulares, y mucha gente lo leyó y consultó, para recabar datos de los pueblos de la provincia, pues tal era su objetivo. Pero sucesivamente esos ejemplares han ido desapareciendo, perdiéndose, arrancándoles hojas los lectores, y hoy puede decirse que es difícil encontrar entero un ejemplar de esta obra, incluso en la Biblioteca Pública Provincial el ejemplar que existe, muy manoseado, sucesivas veces reencuadernado, tiene en sus páginas más huellas de las que debiera.
Es verdad que aún puede uno hacerse con la obra entera, simplemente entrando en esta dirección,
http://aache.com/tienda/es/649-cronica-y-guia-de-la-provincia-de-guadalajara.html
y encargándolo, para su uso digital sin límite de texto e imágenes. Pero el problema no está en como adquirirlo, o como usarlo, o en cual sea su precio, no: el problema está en que apenas hay personas a las que les interese todo ese acopio de datos. El mundo está cambiando y va hacia una sociedad en la que la información no se necesita adquirir, ni consultar: al parecer, las nuevas generaciones es que vienen ya con la información implantada en sus cerebros.