En el valle de los Yélamos
En el corazón de la Alcarria discurre el arroyo de San Andrés, humilde curso de agua, que nunca se seca, y que baja desde la meseta que media entre el Tajo y el Tajuña, corriendo hacia este último río, horadando la tierra alcarreña, escoltado de arboledas densas, de nogales prietos, de alturas carrascales y un…