Los símbolos de la Pasión, en la catedral de Sigüenza
Cuando a la puerta occidental de la catedral seguntina se pone en alto y enhiesto Jesucristo Crucificado, llevado en andas por sus admiradores los Armados Seguntinos, uno se para un minuto a pensar en esta historia, la del Nuevo Testamento, la Pascua, el Martirio ofrecido, las horas marcadas, y ve cómo su recuerdo permanece en el interior de la catedral.
En esta ocasión nos fijamos en un punto muy específico del templo catedralicio seguntino. Desde la nave de la girola, en la cabecera del templo, entramos a la Sacristía Mayor (la de las Cabezas) y frente a la entrada, y tras cruzar la gran reja de Hernando de Arenas penetramos en la Capilla de las Reliquias. Todo es maravilla, arte que brilla, sustancia teológica. Pero nosotros echamos la vista arriba, y tras deslumbrarnos con el Dios Padre que en el centro bendice, nos inclinamos brevemente a mirar los dos arcos que sustentan la circular bóveda sobre el espacio ensanchado. Allí, en su intradós, 10 a un lado y 10 al otro, aparece una colección de angelitos llevando cada uno de ellos entre sus manos los elementos de la Pasión de Cristo, las “Arma Christi” o emblemas que por heráldicos se tuvieron, respecto a Jesús, aunque en todo caso fueron siempre los elementos sustentadores del Asombro de la Pasión, personificada en esos objetos que aparecen aquí, en un total de 21, y que paso a describir.
No hay un número concreto de símbolos de la Pasión. Todo lo material que intervino en aquella secuencia de hechos que llevaron a la muerte y Resurrección de Cristo, ha sido tomado como símbolo del conjunto pasional, del hecho mismo. Algunos tratadistas los han hecho crecer hasta más de una treintena. Los hay que lo basan, esencialmente, en los cinco o seis elementos que hicieron sufrir a Jesús (la cruz, los clavos, la columna, el látigo…) pero normalmente se amplía a los demás objetos que contribuyeron al martirio, y en todo caso se unifican en un solo “mueble” o elemento heráldico que es el que se ha tenido siempre como “escudo de armas de Cristo en su Pasión”: las cinco llagas puestas en aspa.
Ese escudo de las cinco llagas es el que preside esta colección de Arma Christi que aquí pormenorizo, siguiendo el orden en que las he visto y fotografiado. En todo caso, es una invitación para acudir una vez más, y en estos días, a la catedral, y alzar la vista hacia las alturas de la Capilla de las Reliquias. Estos son los símbolos que en Sigüenza vemos:
1 – Las treinta monedas de plata que recibió Judas Iscariote como recompensa por entregar a Jesucristo.
2 – La linterna o antorcha utilizada por los soldados que arrestaron a Jesús.
3 – La espada utilizada por San Pedro, cuando cortó la oreja a Malco, un criado del Sumo Sacerdote y que milagrosamente Jesús regresó a su estado original.
4 – Los palos o bastones que utilizaron los soldados que arrestaron a Jesús.
5 – La cuerda que sirvió para sujetar a Cristo esa noche del jueves al viernes santo, en la prisión de Jerusalén.
6 – El edicto del Sanedrín que se dictó para aprisionar a Cristo. Era un pergamino, del que colgaba un sello de cera, emblema de la autoridad.
7 – La columna donde fue atado Jesús para sufrir el castigo de la flagelación.
8 – El látigo que sirvió para azotar la espalda de Jesús “atado a la columna”.
9 – Las varas de abedul que sirvieron para azotar el rostro y que le adjudicaron como cetro a modo de burla.
10 – La clámide púrpura o vestimenta con que vistieron a Jesús, para, a modo de burla, decirle que ya era Rey.
11 – La pica del soldado que guarda a Cristo en la Cruz.
12 – La Vera Cruz, o cruz de madera donde fue puesto Jesucristo, en la Alto del Calvario, y que siglos más tarde descubrió Santa Elena.
13 – El Martillo con el que clavaron los clavos a Cristo
14 – Los tres clavos con que sujetaron a Cristo en la Cruz, uno en cada mano, y otro atravesando sus pies al mismo tiempo.
15 – La Cartela INRI que por mofa pusieron los soldados romanos sobre la cabeza de Jesús.
16 – La caña con una esponja empapada en hiel y vinagre que el centurión puso en la boca de Cristo cuando dijo que tenía sed.
17 – La jarra conteniendo hiel y vinagre.
18 – La lanza con que el soldado Longinos produjo las cinco heridas en el costado de Cristo.
19 – La escalera que se utilizó para descender el cuerpo de Cristo.
20 – Las tenazas que se utilizaron para extraer los clavos que sujetaban a Cristo.
21 – El escudo heráldico de Jesús, Cristo, tras su Pasión y Muerte: las cinco llagas (de gules) puestas en campo (de oro). Estos elementos de la Pasión de Cristo, que en porciones icónicas dan suma a la entera secuencia, fueron tenidos antiguamente como representaciones, por sí mismas, de cualquiera de los pasos de esa Vía Dolorosa que llevó a Cristo a ser inmolado. En la Capilla de las Reliquias de la catedral de Sigüenza, que está cuajada de símbolos y de una iconografía cristiana muy densa, hoy destacan esos símbolos de la Pasión como elementos a conside