Caminos del Apóstol por la Alcarria
Otra vez vuelve Santiago a ponerse en el Camino, y tras él los peregrinos. Aunque siempre hemos pensado que “el Camino de Santiago” era algo propio de las provincias del norte, de las tierras lluviosas y frescas del Cantábrico y Galicia, resulta que los peregrinos fueron hasta la Tumba del Santo por muchos caminos, desde sus respectivos lugares de vivienda. Y por eso la tierra de Guadalajara ha visto pasar, a lo largo de los tiempos, a los peregrinos hacia Santiago.
La semana que viene celebraremos a Santiago, el apóstol caminante, el guía espiritual de quienes son inquietos y buscan la novedad del paisaje, la curiosidad de los edificios, el intríngulis de las gentes. Por eso tenemos aquí un recuerdo hacia los alcarreños peregrinos que van desde Guadalajara, o desde otras partes periféricas, hasta la Tumba del Apóstol. Uno de ellos, el profesor Jesús Ángel Yela Gómez, ha descrito en un magnífico y reciente libro su camino por la Costa de Portugal, junto al mar, y otro conocido paisano, el doctor Fernando Alvarez de los Heros, nos deleitó el año pasado con el relato y descripción de su viaje hasta Burgos y luego Santiago, desde el Levante español, atravesando entera la provincia de Guadalajara siguiendo el viejo “Camino de la Lana”, un trayecto muy concurrido por el que no solo iban, en tiempos antiguos, los ganados sino también los peregrinos.
Algunos escritores más han examinado y recorrido estos caminos: no podemos olvidar a Angel de Juan-García, que pormenoriza en un libro su trayecto jacobeo a través de la Alcarria, sino los conocidos historiadores Margarita del Olmo y Emilio Cuenca, quienes en un doble volumen que en su día editó “Nueva Alcarria” y que titularon “Los Caminos de Santiago de la provincia de Guadalajara y sus precedentes”. Incluso dos conquenses, Jesús Herminio Pareja Pérez y Vicente Malabia Martínez, en 1999 vieron publicado su librito “La Ruta de la Lana. Guía del Peregrino a Santiago de Compostela” como aportación a esta común y multitudinaria aventura.
La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Guadalajara, apoyados por la Diputación Provincial, desde hace años ejercen de anfitriones de los peregrinos, y apoyan con iniciativas, charlas y actos diversos la vivencia de esta vía antañona y elemental. Un camino concreto que llevó (y sigue llevando, afortunadamente) a viajeros entusiastas, ruteros y fieles santiaguistas, hacia la meta de su sueño. El Camino de la Lana, especialmente, es el que nos pilla más cerca, y el más auténtico. Porque quizás otro (uno que desde Guadalajara surge atravesando la Campiña y lleva a la Sierra por el valle del Jarama) también sirviera de trayecto a los arriacenses de siglos pasados, pero no ha dejado tanta huella como el alcarreño. Es el denominado “Camino Mendocino” y sigue teniendo vida, al menos en cuanto a organización de rutas por su recorrido.
Cifuentes en el Camino a Santiago
Es concretamente Cifuentes el lugar en el que más averiguado está el paso de ese “Camino de Santiago” por la Alcarria. No solo se cita en documentos antiguos, como estación de paso, sino que aún queda la huella de ese Camino en la iglesia parroquial, porque su portada occidental, dedicada a Santiago, muestra tallada, ente otras figuras, la de un peregrino que va revestido de rigurosa etiqueta jacobea.
Por allí pasaron ganaderos, devotos y, por supuesto, artistas de la talla y la construcción de templos. El ejemplo más evidente es la similitud de tallas en las figuras que pueblan la portada de Santiago de Cifuentes, y la de Santa María del Rey de Atienza. Ambas son del siglo XIII mediado (en Cifuentes la cosa está muy evidente porque aparece tallado y nombrado el obispo seguntino don Andrés, que lo era en 1268) y sus imágenes son muy parecidas, en motivos y técnicas.
El Camino de la Lana, que va de Valencia/Alicante hasta Burgos/Santiago, tuvo su eje por la Alcarria desde Salmerón (donde también quedan símbolos jacobeos en los muros de su templo parroquial) hasta Miedes de Atienza. De ese periplo, queda constancia documental, y ahora, el relato personal y vivido, de Fernando Álvarez de los Heros, que nos ha contado en primera persona la forma de andarle, las anécdotas vividas, y los elementos de utilidad (bares, casas rurales, albergues) que por el trayecto alcarreño pueden encontrarse. Lugares como Viana de Mondéjar, como Trillo, o como Baides, tiene especial encanto en este trayecto, que se hace a pie, o en coche, con facilidad y asombro.
Opciones ruteras y turísticas
Desde hace pocos años se ha mezclado la antigua devoción religiosa con la curiosidad turística. Aprovechando el “tirón” se han hecho numerosas rutas de senderismo, bicicleta o en caballería y “Caminos de Santiago” por casi todas partes, alcanzando así unas aceptables opciones de promover un desarrollo rural sostenible en zonas que podrían ser poco visitadas.
La Federación Española de Amigos del Camino de Santiago (web http://www.caminosantiago.org) agrupa a la mayoría de estas asociaciones para informar y dar soporte a los peregrinos (o a los simples viajeros) que recorren una serie de rutas establecidas, teniendo una merecida buena fama. Ha recuperado y señalizado diferentes rutas jacobeas y publica desde 1987 la mejor y más difundida revista a este respecto, “Peregrino”, dirigida por José Antonio Ortiz Baeza.
En Guadalajara existe una Asociación de Amigos del Camino de Santiago, con una página web (www.deguadalajaraasantiago.blogspot.com.es) y muy notable actividad, que estos pasados años ha cuajado en la normalización, señalización y balizado del Camino que atraviesa nuestra provincia.
El único “pero” que al Camino de la Lana atravesando la provincia de Guadalajara le queda por resolver, es el corte que en dicho Camino se realiza en el municipio de Peralveche, a la altura de la antigua localidad de Villaescusa de Palositos. Allí la propiedad de la finca en que se ha transformado el antiguo pueblo, le ha puesto una valla metálica al camino, y han cerrado la puerta con fuerte candado. Esto atenta contra toda ley “natural” y ancestral que posibilita el paso por los caminos públicos en toda Europa. Y más por este, que es un Camino con historia, con tradición, son sabor y con adeptos. Las autoridades provinciales deberían tomarse este tema con interés, no pasando de ello, como se ha hecho hasta ahora, desde hace más de diez años en que viene ocurriendo. Los peregrinos, ruteros, caminantes y alcarreños sencillos se lo agradecerían y aplaudirían.