Tapicerías en tierras de Guadalajara

viernes, 27 julio 2007 0 Por Herrera Casado

Los tapices de Pastrana se admiran sobre los muros del Museo de la Colegiata de Pastrana, en la Alcarria de Guadalajara.

Con motivo de la aparición de un libro, largamente esperado, sobre los tapices y las obras de arte textiles, de nuestra provincia y de toda la Región de Castilla-La Mancha, no quiero dejar pasar la oportunidad de destacar el gran trabajo realizado por sus autores, y la oportunidad en que esta obra llega, para dar a conocer, en toda su dimensión auténtica, el valor de ese patrimonio cultural y artístico que, por estar guardado y requeteguardado en sacristías, museos y palacios poco frecuentados, no es lo suficientemente valorado por cuantos dicen estar interesados (y lo están, lo que ocurre es que no pueden acceder a él) en salvaguardar nuestro patrimonio histórico y artístico.

Los paños portugueses de Pastrana

Muy conocidos desde hace años, estudiados a conciencia especialmente por los historiadores portugueses que saben están en ellos indeleblemente pintadas las mejores horas de su expansión africana, esta colección de seis grandes paños constituyen uno de los hitos del patrimonio artístico de la provincia, que todos deberían conocer y propagar.

Bien es verdad que cada sábado y domingo se forman colas ante la entrada al Museo de la Colegiata de Pastrana para admirar su museo y especialmente esta colección de paños de Flandes. Y todos cuantos los ven, salen admirados. Especialmente de la riqueza de sus escenas, de la multitud de sus personajes, de la viveza de su colorido. Se narran en ellos las acciones militares que dirigió el rey Alfonso V “el Africano”, monarca de Portugal, en 1471 al conquistar las ciudades norteafricanas de Arzila y Tánger. Y fueron realizados, por encargo de la corte portuguesa, a través de sus agentes comerciales destacados en las ciudades de Arras, Tournai y Bruselas, en los años finales del siglo XV y principios del XVI.

La doctora Ramírez Ruiz aporta en este libro algunas nuevas interpretaciones desvelando detalles hasta ahora no vistos de estos tapices. Multitud de fotografías, en detalles representativos, se exponen en sus páginas, pero lo que está claro es que nadie debería quedarse sin ver, alguna vez en la vida, esta impresionante colección de tapicerías medievales, que están [siempre] pidiendo a gritos una mejor colocación, una más atractiva y cómoda ubicación para ser admirados en su plenitud.

La manufactura pastranera de Francisco Tons

El estudio en profundidad del taller de tapices que existió en Pastrana en el siglo XVII es otro de los capítulos más interesantes de esta obra recién salida de la imprenta. Afirma Victoria Ramírez que el tapicero flamenco Francisco Tons solicitó permiso del rey Felipe IV para instalar en Pastrana un gran taller de tapices que abastecieran a todas las solicitudes de los magnates españoles. Patrocinado por el tercer duque de Pastrana, que le cedió como taller las salas de su palacio, y con numerosos operarios algunos venidos de Flandes, empezó a producir tapices que fueron adquiridos por la realeza, nobles y eclesiásticos, tanto castellanos como europeos, pudiendo afirmarse que este fue el único taller de tapices existentes en España, hasta la creación, ya relativamente moderna, de la Real Fábrica de Tapices a finales del siglo XVIII.

En Pastrana se tejieron enormes paños muy alabados por los cronistas de la época, de los que muchos se han perdido, pero otros aún quedan en Museos, como el de Bilbao, donde se encuentra el famoso tapiz “León a la orilla de un río” y los paños con armas heráldicas del patriarca de las Indias, don Diego de Guzmán y Benavides, otro con el escudo del Conde-Duque de Olivares, y otro con las armas del III duque de Pastrana, Ruy Gómez de Silva, hoy en el Museo Cerralbo de Madrid.

Los tapices de Palas Atenea en Sigüenza

Quizás el más novedoso de los aportes de este libro, tan denso en otras cosas, es la descripción por vez primera de la colección de 16 tapices flamencos que se conservan en la Catedral de Sigüenza, y que componen dos series independientes que Ramírez Ruiz describe y analiza pormenorizadamente. Se trata de las series dedicadas a la “Historia de Rómulo y Remo” por una parte, y a la “Alegoría de Palas Atenea” por la otra. Están distribuidos estos grandes paños por los muros de la catedral, nave de la epístola, girola, sacristía de las Cabezas y la mayoría en diversas salas y capillas anejas al claustro. Muy bien conservados, sus motivos se pueden leer en cartelas, escritas en latín, en la parte alta de la cenefa, yendo todos ellos firmados por los autores de las colecciones, que fueron los tapiceros bruselenses Ian le Clerc y D. Eggermans.

Esta impresionante serie de tapices fue donada a la catedral de Sigüenza por uno de sus obispos, don Andrés Bravo de Salamanca, quien lo encargó hacer en Flandes y los trajo en 1668 recién concluidos.

Una nota en el Inventario de Tesorería de la catedral dice textualmente que hay: “una colgadura de tapiceria de Flandes que se compone de 16 paños, los 8 de la Historia de Rómulo y Remo, y los otros 8 de el Triunfo de las armas y las letras con el coro de las nueve musas, todas las colgaduras tiene figuras grandes y se ponen en invierno en la Capilla Mayor, la regaló a esta Santa Iglesia el Ilustrísimo A. Brabo”. Es una pena que en esta primera ocasión en que se describen y analizan estas tapicerías de Sigüenza no se hayan reproducido en su totalidad. El libro  que comentamos tan solo nos muestra tres imágenes de esa impresionante colección, otra raíz más del sensacional patrimonio artístico de nuestra diócesis.

Dos autores de hondo calado

Los autores de este libro son investigadores muy contrastados en otras múltiples tareas de estudio y análisis (y divulgación seria, que siempre va aneja a lo anterior) del patrimonio castellano-manchego. Se trata de José María Ferrer González, autor (entre otras cosas) de las Guías “200 Km. Alrededor de Madrid por la Nacional…”, y de trabajos de recopilación patrimonial como sus catálogos recientes sobre Rollos y Picotas de Castilla-La Mancha, o Museos de la Región, así como una completa Historia de Valdeavero. Victoria Ramírez Ruiz es Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Córdoba, y Doctora por la U.C.M con su tesis  “Las colecciones de tapices de la nobleza española”. Es además profesora de Arte, e investigadora, especializada en el estudio de los tapices flamencos. Autora de la catalogación de numerosas colecciones de tapicerías tanto publicas como privadas entre la que destacan la colección del Ayuntamiento de Madrid, el Instituto Museo Valencia de Don Juan, la Catedral de Madrid, el Banco de España, la Real Academia de la Historia y ahora la Colegiata de Pastrana y la catedral de Sigüenza. Ha impartido conferencias sobre el arte de la tapicería en la UCM y en la Universidad de Alcalá de Henares, y en la actualidad se encuentra realizando el inventario de las colecciones de tapices de la Iglesia en las diferentes Comunidades Autónomas

Apunte

Tapices y Textiles de Castilla-La Mancha

El libro que comentamos, recién editado, se suma a la colección “Tierra de Castilla-La Mancha” de la alcarreña editorial AACHE, como número 7 de la misma. Tiene 320 páginas, y más de 400 imágenes, la mayoría en color. Ofrece tres grandes bloques de temas: “Tejidos, bordados y encajes”, “Alfombras” y “Tapices”. En el primero de ellos destacan las enormes colecciones de riquísimos ternos litúrgicos de parroquias, colegiatas y catedrales de toda Castilla-La Mancha. En el segundo, sobre todo las alfombras albacetenses de Alcaraz y Chinchilla. En el tercero, no falta ni uno sólo de los tapices actualmente existentes en nuestra Región, destacando entre todos los de la Catedral de Toledo, los de la colegiata de Pastrana, y la serie inédita hasta hoy de la Catedral seguntina. El libro cuesta 25 Euros y ya está a la venta en las librerías de la provincia y en Internet, www.aache.com/tclm/tierra07.htmhttp://www.aache.com/tclm/tierra07.htm.