El neurocirujano Andrés Alcázar
Cuando nuestros munícipes (repúblicos ilustres los llamaba Antonio de Moya al hablar del escudo de la ciudad) se ponen a pensar en nombres para darlos a las calles de ésta, la verdad es que lo tienen que pasar mal. Porque aquí ya no queda casi nada ni casi nadie por llevar a las placas cerámicas…