El escudo heráldico de Cogolludo

viernes, 16 junio 1989 0 Por Herrera Casado

 

Nos toca esta semana recordar la historia de la Villa de Cogolludo, para que al hilo de ella podamos rememorar el origen y la evolución de sus armas municipales, esas que hoy constituyen su Escudo Heráldico, simbolismo más concreto y querido de la población preserrana. Desde tiempo inmemorial, Cogolludo ha venido utilizando armas propias, que han adquirido, por la tradición de largos años, el carácter de Escudo Heráldico Municipal. Sin embargo, de forma similar a los otros lugares que estudiábamos las pasadas semanas, tampoco han llegado estas armas a gozar nunca de ratificación oficial por organismo competente.

La propia historia de la villa de Cogolludo explica el origen y significado de las armas que trae como propias desde hace siglos. Fué primeramente propiedad de la Orden de Calatrava, y luego pasó sucesivamente por los señoríos de los Orozco y los Mendoza. Finalmente, en el siglo XV, al casar el cuarto conde de Medinaceli, don Gastón de la Cerda, con doña Leonor de Mendoza, segunda hija del marqués de Santillana, pasó la villa al señorío de los La Cerda, en cuya posesión se mantuvo hasta el siglo XIX. Esta familia usó los títulos de duques de Medinaceli y de marqueses de Cogolludo. El hecho de estar profusamente distribuidas sus armas por el palacio ducal de la plaza mayor, por las iglesias de la villa, y aun por otros lugares y monumentos de la misma, hicieron que con el paso de los años llegara a identificarse el emblema heráldico de los La Cerda con el de su villa de Cogolludo, y es así que hoy se usa, de forma tradicional y comúnmente admitida, el siguiente símbolo como propio del pueblo:

Escudo español, cuartelado. El primero y cuarto cuarteles, partido, a la derecha de gules una torre de oro mazonada de sable y aclarada de gules, y a la izquierda de plata un león rampante de gules. El segundo y tercero cuarteles, de azur, con tres flores de lis, de oro. Al timbre, corona real cerrada.

Es verdad que este es el escudo exacto de la familia de los La Cerda, y por lo tanto a las armas municipales de Cogolludo debería dárseles el apelativo de vasallaje, pues toma para el municipio el emblema de quienes fueron sus señores largos siglos. Esas armas pueden verse, magníficamente talladas, en la portada del gran palacio ducal que culmina la plaza mayor de la villa, y en la chimenea gótico‑mudéjar de su salón principal. En cualquier caso, por larga tradición Cogolludo ha hecho suyas las figuras y los esmaltes de los duques de Medinaceli. Es esa, pues, la mejor forma de reconocer hoy a la villa por su símbolo tradicional.