Hernado Pecha, historiador de la ciudad

viernes, 5 febrero 1988 0 Por Herrera Casado

 

Uno de los personajes de mayor relieve, nacidos en la ciudad de Guadalajara, ha sido Hernando Pecha, religioso jesuita, y autor de una de las obras capitales para conocer la Historia de la vieja Arriaca. Hoy haremos un recuerdo de su vida y su obra, para que su memoria se conserve fresca ante todos.

Los datos que conocemos de la vida de Hernando Pecha nos han llegado gracias a la búsqueda de Juan Catalina García, quien en su Biblioteca de escritores de la provincia de Guadalajara, Madrid 1899, en sus paginas 419‑423, aporta datos de interés, muchos de ellos tomados de la «Carta edificante a la muerte del Padre Hernando Pecha» que escribió el P. Felipe de Ossa, y cuyo original se encuentra en la Sección de Papeles de Jesuitas de la Academia de la Historia.

De la noble y antiquísima familia de los Pecha, de la que salio el fundador y primeros benefactores de la Orden de San Jerónimo, Hernando Pecha nació en la ciudad de Guadalajara en el ano de 1567. Sus padres fueron don Pedro Pecha Calderón y dona Francisca Heredia, ella de familia de la villa de Hita, donde contrajeron matrimonio. Eran sus armas una abeja azul en campo de oro.

De amplios estudios, Hernando Pecha opto por ingresar en religión, haciéndolo en la Compañía de Jesús, en el Colegio que esta tenia en Alcalá de Henares. Su afición a la historia le hizo salir gran erudito en temas de genealogía, siendo muy consultado en pleitos de la nobleza acerca de los derechos de unos y otros a la posesión de títulos. De sus conocimientos del pasado se origino su Historia de Guadalaxara, y otros varios libros.

Fue también hombre piadoso, buen religioso y dotado de fuerza organizadora, razón por la cual fue enviado por sus superiores al recién estrenado Colegio de San Francisco Javier, que para la Compañía de Jesús había fundado en Nápoles dona Catalina de la Cerda, condesa de Lemos, nieta de San Francisco de Borja y esposa del entonces virrey en aquella región italiana, perteneciente a la Corona española. Algún tiempo paro el padre Pecha en la organización de ese Colegio, y de su estancia en Nápoles se aclara las abundantes noticias que da en su «Historia» acerca de las relaciones de personajes alcarreños con aquella ciudad.

Ocupo mas tarde el cargo de rector de los colegios jesuitas en Plasencia y Talavera, y tuvo a su cargo la organización y puesta en marcha del legado que la familia Lasarte había dejado para la fundación y erección de un colegio de jesuitas en la ciudad de Guadalajara. Alma de esta institución fue el padre Hernando Pecha, quien ocupo el cargo de rector a partir del 29 de junio de 1631, fecha de su solemne inauguración. Anos de fecunda actividad de nuestro personaje, quien al tiempo de preparar su «Historia», se ocupaba en erigir un nuevo y cómodo edificio para el colegio, que hasta finales del siglo XVII no se vio totalmente acabado.

Su cabida en la familia Mendoza fue grande y señalada. Confesor de la sexta duquesa, dona Ana, y preceptor del séptimo duque, don Rodrigo, tuvo acceso a los archivos de la casa, y gozo de gran confianza entre todos sus miembros, recibiendo de ellos regalos y mercedes que trasladaba luego a la Compañía.

Retirado a Madrid, en su muy avanzada edad, murió el 24 de julio de 1659. Fue hombre, dice su biógrafo, el padre Ossa, de apacible condicion y de una sinceridad colombina, de gran bondad y sin doblez ni engaño. Nada menguo su sencillez y humildad. De entre los altos cargos que desempeñó, podemos recordar el de confesor del conde‑duque de Olivares, por lo que no es exageración el afirmar que influyera notabilísimamente en la política española del siglo XVII.

Dejo escritos varios libros, el más importante de los cuales fue la Historia de la ciudad de Guadalaxara y como la religion de Sn Geronymo en Espana fue fundada y restaurada por sus ciudadanos. También manuscrito, y solo conocido por dos ejemplares, es la Historia de las vidas de los Excmos. Duques del Ynfantado y sus Progenitores desde el Ynfante don Zuria primer Sr. de Vizcaya hasta la Excma. Sra. Duquesa Dona Ana y su hixa dona Luisa condesa de Saldaña, que dedico al séptimo duque don Rodrigo, de quien era preceptor. Segun la dedicatoria manuscrita de dicho libro, fue escrito del padre Hernando Pecha en el Colegio de la Compañía de Jesús, del titulo de la Santísima Trinidad, en Guadalajara, y terminado el 14 de enero de 1635, por lo que ha de considerarse posterior a la Historia de Guadalaxara… y como simple traslado, bien ordenado, del libro quinto de ella.

La misma categoría tiene la Vida de Da. Ana de Mendoza, VIª. duquesa del Ynfantado, manuscrita en 1633, y que ocupa la ultima parte de dicha «Historia…». Estuvo en la Biblioteca de San Isidro y hoy se considera perdida. Otras dos obras compuso el padre Pecha, breves y manuscritas, hoy en la Biblioteca del Palacio Real. Son el Parecer de D. Tomas Tamayode Vargas sobre la Ziudad Complutese, que trata en realidad de la impugnación que Hernando Pecha hace a dicho autor, proponiendo el alcarreño que la Complutum romana estuvo donde hoy Guadalajara. La otra obra es la Carta del P. Hernando Pecha sobre varios puntos del cronicón de Julián Pérez, en el que trata largamente sobre el mismo tema arqueológico, así como las diferencias entre Santa Librada o Wilgeforte, barbada, y Sta. Paula barbada, si fueron dos o una tengo milcosas. Acerca de otro tema histórico, cual es la primacía de la iglesia de Toledo, se conserva en el archivo capitular toledano un manuscrito de 188 folios, titulado Tractatus de Primatu Sanctae Ecclesiae Toletanae in Universia Hispania…, original de Pecha, de quien se sabe escribio una larga Vida y Passion de Christo, hoy perdida.

Y estas han sido unas breves pinceladas biográficas y bibliográficas en torno a uno de los historiadores que ha tenido la ciudad, fuente clarísima donde muchos otros hemos bebido, y espíritu tenaz de trabajo y vocación, que le llevo a quedar, el mismo, grabado en letras brillantes en los anales perpetuos de Guadalajara.