Eugenio de Salazar, otra gloria de la Universidad de Sigüenza
Podríamos, considerarlo, humorísticamente, como un «mareado ilustre», o como un «almadiado» que él decía. Confiesa en sus escritos este personaje que cuantas veces puso su pie en un barco, se mareó profundamente, y más que sentirse molesto o inquieto por los efectos del mar en su sistema vegetativo, y por ende en el estómago,…