Historias e historiadores de Guadalajara

viernes, 8 junio 1984 0 Por Herrera Casado

 

El reciente Encuentro de historiadores de la provincia de Guadalajara, en su primera edición, ha puesto de manifiesto el gran interés que existe en el momento actual por trabajar en el conocimiento de las, épocas y temas pretéritos relativos a nuestra tierra. Frente a todas las previsiones, han resultado ser legión quienes en los momentos actuales se dedican a estudiar la arqueología, la historia de todas las edades, el arte y el folclore de Guadalajara. Así, y ante la revisión somera de las Historias publicadas hasta ahora, pensamos que de aquí a pocos años, esta breve relación habrá de aumentarse notablemente, completando muchos aspectos actualmente olvidados o aún no estudiados

A continuación hacemos una revisión, casi telegráfica, de las Historias que se han escrito o publicado sobre la ciudad de Guadalajara, sobre sus comarcas o pueblos más destacados. No es una relación exhaustiva, ni crítica. Es simplemente una lista que viene a poner, en un descansillo del camino, la vista en lo realizado hasta ahora. Y a poner la bandeja todavía casi vacía para que otros que trabajan la llenen con, sus esfuerzos de historiadores. De todos modos, para quien desee adentrarse en la anchurosa avenida del pretérito acontecer de Guadalajara ya hay material con qué hacerlo.

Desde el siglo XVI, diversos historiadores se han ocupado de investigar los hechos señalados y las figuras singulares de Guadalajara, recopilando en tratados los resultados de sus búsquedas. En breve nómina, deben recordarse a Francisco de Medina y Mendoza, autor de los primeros Anales de la Ciudad de Guadalajara, hoy perdidos, pero que sirvieron de base a los siguientes historiadores. Medina tuvo acceso a los archivos familiares mendocinos, por ser secretario de los duques del Infantado. Escribió su obra en la segunda mitad del siglo XVI, Ya en el siglo XVII, son varios los historiadores que se ocupan del pasado de Guadalajara. Así, el padre jesuita Hernando Pecha escribió en 1632 la Historia de Guadalaxara y como la Religion de Sn Geronimo en España fue fundada y restaurada por sus ciudadanos, que siempre se mantuvo inédita en el archivo de los Mendozas, y fue editada en 1977 por la Institución Provincial de Cultura «Marqués de Santillana», de Guadalajara. Incluye datos sobre la fundación de la Orden Jerónima en Lupiana, sobre la ciudad de Guadalajara, y muy especialmente sobre la familia Mendoza. Poste­riormente escribió el regidor Fran­cisco de Torres, hacia 1647, su His­toria de la nobilísima ciudad de Guadalaxara, que también se mantiene inédita en manuscrito primiti­vo, Siguió Alonso Núñez de Castro con su Historia eclesiástica v seglar de la muy noble y muy leal ciudad de Guadalaxara, que fue impresa en Madrid, en 1653, v viene a ser una refundición a covia de las anterio­res) Ya hasta nuestro siglo no vuel­ve a realizarse una obra válida. Y es el historiador y cronista Francisco Layna Serrano quien publica en 1942 su grandiosa Historia de Gua­dalaiara y sus Mendoza en los si­glos XV y XVI, con amplia base documental y una visión moderna del tema.

Sobre la provincia y sus pueblos hay varias interesantes obras históricas. Especialmente el Señorío de Molina, como entidad histórica y geográfica de características especiales, ha recibido la atención preferente de los historiadores. El más antiguo de ellos es Francisco Núñez, quien entre 1590 ‑ 1606 redactó su Archivo de las cosas notables de Molina, conservada en manuscrito muy deteriorado en jerez de la Frontera. Siguió Juan de Ribas, quien en 1612 compuso un Epítome de las cosas notables de Molina, también perdido. El más señalado de los historiadores molineses puede considerarse Diego Sánchez Portocarrero, regidor perpetuo de la villa y capitán de sus Milicias. Escribió la Historia del Señorío de Molina en cuatro tomos, el primero de ellos editado en Madrid en 1641, y los restantes conservados en limpio manuscrito en la Biblioteca Nacional de Madrid. Diego de Elgueta escribió posteriormente una Relación de las cosas memorables de Molina, en manuscrito hoy perdido, y luego fue Gregorio López de la Torre y Malo quien ya en el siglo XVIII escribió su Chorográfica descripción del muy noble, leal, fidelísimo y valerosísimo Señorío de Molina, publicada en 1746. Ya en nuestro siglo, han sido Claro Abánades, con su voluminosa Historia del Real Señorío de Molina, en seis tomos manuscritos conservados en el archivo municipal de la ciudad del Gallo, y José Sanz y Díaz, con su Historia verdadera del Señorío de Molina, quien preferentemente y de manera total se ha ocupado de historiar el territorio molinés.

De otros pueblos de la provincia de Guadalajara han realizado historias, magníficas todas ellas, el cronista Francisco Layna Serrano, que publicó su Historia de la villa de Atienza, en 1945, y su Historia de la villa de Cifuentes en 1955.

Andrés Pérez Arribas publicó su Historia de Alcocer en 1974, y fray Ramón Molina Piñedo la Historia de Yunquera ‑de Henares en 1983 Muy interesante también, siempre fundamentadas en la consulta de documentación original, son la Historia de la villa de Hita, escrita por Manuel Criado de Val, y publicada en 1976, y la Historia de la villa de Pastrana, que escribió Mariano Pérez Cuenca en 1871, La Historia de Sigüenza, de su Diócesis y de sus obispos fue escrita por fray Toribio Minguella y Arnedo, y publicada en tres tomos en 1910, siendo continuada por Aurelio de Federico en lo referente a nuestro siglo.

Recientemente, José Andrés Riofrío publicó su Membrillera, historia y tradición, que en su día calificamos como estudio histórico y costumbrista modelo de un pequeño pueblo. Finalmente, y como una aportación personal y con el deseo de que sea útil a todos los interesados en el tema, la Excma. Diputación Provincial de Guadalajara ha editado una obra mía titulada Crónica y guía de la provincia de Guadalajara, en la que aparece, de forma concisa y esquemática, la historia de todos y cada uno de los pueblos de Guadalajara.

Son éstos algunos pasos dados en la tarea hermosa y apasionante de conocer Guadalajara. Esperamos, y estamos seguros de que así ocurrirá, que en el futuro esta nómina se ensanchará, en cantidad y calidad, hasta límites mucho más amplios. Será por el bien de todos.