Martín de Vandoma, arquitecto y escultor

lunes, 1 enero 1979 0 Por Herrera Casado

  

La puerta del Sagrario o Sacristia Mayor de la catedral de Sigüenza representa imágenes de santas mártires, y fue tallada por Martín de Vandoma.

 

No quiere ser esta nota una biografía del artista Martín de Vandoma, arquitecto y escultor que trabajó en la catedral de Sigüenza durante la segunda mitad del siglo XVI, pues ya existen algunos trabajos al respecto (1). Sí persigue la publicación íntegra de algunos documentos referentes a ciertos aspectos de su vida, y que hemos tenido la fortuna de poder leer en los libros de actas capitulares de la Catedral seguntina (2). 

Martín de Vandoma parece ser de origen francés, quizás borgoñón, o aún neerlandés, por su apellido. No existe documento que pruebe haber nacido en Sigüenza. Lo que sí es probable, es su formación en la gran escuela de arquitectura y talla que en la catedral seguntina existía en la primera mitad del siglo XVI. Es a partir de 1554 cuando su nombre suena, y entre sus obras más destacadas podemos señalar gran parte de la sacristía de las cabezas, algunas de sus cajonerías, su puerta tallada, el púlpito del Evangelio, unas sillas del coro, etc. 

Los documentos hallados vienen a mostrarnos estos pormenores. El arquitecto Nicolás de Durango, sucesor de Alonso de Covarrubias en la dirección de la sacristía de las Cabezas, y uno de los grandes artífices del plateresco en Sigüenza, murió en esta ciudad en 1554. Así lo leemos en el acta capitular de 10 de Septiembre de 1554: 

Este día sus mds hízieron gracª del enterramiento y officios de durango cantero maestro de la obra del Sagrario attento q a servido muchos años en esta yglia y es criado de sus mds y constando de la pobreza de su muger con tantos hijos como le queda, y los ss suançes y francº de uzedo bendº no por sí, sino en nombre de los ss bendºº ­absentes lo contradixo. 

Solamente tres días después, el Cabildo decide contratar a Martín de Vandoma para que sea el sucesor de Durango en las obras de la gran sacristía renacentista. Dice así el texto a ello referente del Cabildo celebrado el 13 de Septiembre de 1554: 

Este día sus mds cometieron a los ss Cappºº mayor arcipreste de Sigüenza y a martín de Salazar Cano obrero q traten con Valdoma de sigüenza sobre la asistencia del sagrario y obra y lo q le an de dar de salario en el tpo que andubiere la obra y lo refiera en Cabº 

Poco después, el 20 de septiembre de 1554, el Cabildo acuerda con Vandoma el salario que le ha de dar por ser Maestro de obras en esta Iglesia. La fama del arquitecto y escultor Martín de Vandoma fue creciendo rápidamente, y en 1556 es nombrado por el obispo y Cardenal Pacheco, diputado del Ayuntamiento de Sigüenza. Extrañas razones debieron interferirse en el camino de nuestro artista el año 1559, en que el Cabildo decidió suspender el compromiso que con Vandoma tenía, dejando de pagarle su salario, prescindiendo de sus servicios y paralizando las obras de la sacristía. Así se lee en el acta capitular de 5 de junio de 1559: 

Este día sus mdes platicando sobre los gastos de la obra y fábrica desta iglía y quan cargada está de salarios e viendo q asta aquí á andado la obra continua, e agora no ser neçesaria la administraçión e cargo q della á tenido, Martín de Valdoma desta çiudad sus merçedes por rellevar la dha obra de tanta carga e salarios e no ser necessario su persona de aquí á delante le mandaron quitar e desde agora dixeron q le quitava el dho salº’ que fasta aquy se le dava, e le rrevocan e rrevocaron e de aquí adelante no se le dé ni pague, y mandan y mandaron al señor Cano Espinosa q depute al obrero no se le dé ni pague ni tampoco admitta a él ni a sus oficiales q trabajen en la dha obra e que haga pta de lo que lasta agora se le deve e se lo pague por q como dho es desde agora le dan e ovieron por despedido del dicho cargo y q este asiento se les intime así el dho Sr Cano obrero como al dho Valdoma. 

Vemos, pues, cómo Vandoma queda sin trabajo y sin salario. Protesta, sin embargo, inmediatamente, tratando de hacer valer cierto escrito que, en 1554, le debió entregar el Cabildo a modo de compromiso o contrato con él. Pero el Cabildo lo rechaza, e insiste en que quiere dejar de hablar del asunto, considerando inútiles las razones de Vandoma. Así se reafirman los señores canónigos seguntinos en el acta capitular de 7 de julio de 1559: 

Este día el Señor doctor marz canº a quien se avía cometido viese de justª la escripª’ y petiçión q martín de Valdoma uvo dado açcrca de averle quitado el salo y el agraviarse dello, dixo a sus mds q aquella escriptª era inválida y q él hallava q en drº no avía lugar, ni le sufragava en nada al dho Valdoma y q ansí por Rigor ni justiçia el dho Valdoma no devía agraviarse de le aver quitado el partido y visto lo dho y q la obra no anda y el darle el partido era graçia y es tan en perjuizio de la obra no se podía hazer, dixeron q no a lugar dársele y q no se traiga más este negº al Cabº, sino que si pretende su scriptura le puede aprovechar sea por justiçia y allí y adonde le convenga. 

 Martín de Vandoma debió continuar insistiendo en que se hiciera justicia con él, y le reconocieran nuevamente su empleo de director de las obras de la sacristía o «sagrario» nuevo, poniendo en marcha otra vez las obras paralizadas. Y tras unos y otros intentos, a través de una votación entre los señores capitulares, en las que el canónigo Bravo siguió estando en contra del artista, se aprobó readmitir al despedido, y volver a contar con los servicios de Vandoma en la inacabada obra de la Sacristía de las Cabezas. Así dice el texto del acta capitular de 18 de marzo de 1560: 

Este día dió una petición Martín de baldoma suplicando a sus Mdes que atento al deseo que tiene de servirlos y a la scriptura que entre sus miles y él está hecha e hiço presentaçión sus mdes le reciban en su servo, como antes estaba, pues conforme a la dicha scriptura se te hacia agravio en ser despedido, el señor Dean q presidía este día después de aver platicado sobre ello dixo que botase cada uno de sus mds en su lugar, y ansí sus mdes en el suyo dijo que por qto no abía estado pte al despedirlo ni avía visto la dicha scriptura aunque el señor procurador la leyó le paresçía en conçiencia hazerle agravio y no tenía por despedido al dicho Baldoma, pues no lo podían despedir pero que no obstante esto se remitía al pareszer de los SS letrados y que este era su boto, luego por su orden cada uno de sus mdes botó en su lugar y regulados los botos la mayor pte fué q le resçiviese y se le diese su salario como hasta aquí y que si el hordinario quisiese otra cosa, que siguyese su justicia pero que lo q a ellos tocaba le resçebían y tenían por resçevido y mandabanlo que dcho es, Después de aver botado, como dicho es el Señor Cano bravo dijo que atento a que sus mdes un día de Cabildo ordno nemine discrepante abían despedido al dicho baldoma por la mesma razón contradeslça el Resçevirle y lo contradijo. No obstante, esta contradición sus mzdes le resçivieron atento que era justiçia y no graçia y mandaron a mí el Notº su secretario lo asentase, Juntmte con los señores q presente estaban al botar… 

Durante dieciocho años más continuó trabajando Martín de Vandoma en la catedral de Sigüenza, dejando por todos sus rincones las muestras de su inspiración potente y su técnica impecable. En el año 1578, y en la ciudad de Sigüenza, murió Martín de Vandoma, uno de los más destacados artistas del Renacimiento español. Esperamos que con estas breves notas documentales hayamos contribuido en alguna manera al mejor conocimiento de su figura. 

NOTAS

(1) PÉREZ VILLAMIL, M.: Estudios de historia y arte: la catedral de Sigüenza, 1899, pp. 161‑163; PÉREZ VILLAMIL, M.: El Renacimiento español: Martín de Vandoma y su Escuela, «Arte Español», V (1916); MINGUELLA, T.: Historia de la Diócesis de Sigüenza y de sus Obispos, Tomo III, pp. 553‑558; HERRERA CASADO, A.: Glosario Alcarreño, Tomo 11: Sigüenza y su tierra, 1976, pp. 69‑73. 

(2) Archivo Capitular de la S. I .C .B. de Sigüenza. Actas capitulares, libro número 13, s.f.