VI Jornada de exaltación alcarreña. Homenaje a D. José García Hernández y a la memoria de Sebastián Durón
Con gran afluencia de público de los más diversos lugares de España venidos expresamente, tuvo lugar en Brihuega el pasado domingo 30 de septiembre la gran jornada de Exaltación Alcarreña, que este año cumplía su sexto aniversario de gozosa realización. Se pretendía con ella, y se consiguió plenamente, hermanar cordialmente a cuantos nacidos en esta tierra, o fervorosos de ella por cualquier causa, estaban dispuestos a pasar un día feliz de remembranzas y realidades. Al tiempo, homenajear las figuras de dos alcarreños ilustres: uno ya fallecido, el maestro Sebastián Durón, y otro aún activo y firme entre nosotros, el Excmo. Sr. Don José García Hernández. Por primera vez en el devenir de estás encuentros, salía su celebración de Guadalajara, y toda la villa de Brihuega se llenaba del color y la voz, del latido y la canción que la Alcarria poderosamente lleva.
A las 11 de la mañana se celebró una Misa solemne en la recientemente restaurada iglesia de San Felipe, de un limpio y cisterciense gótico. En el templo, abarrotado, de público, intervino el Cuarteto «Tomás Luís de Victorria», con canciones sacras de los músicos barrocos Durón y Victoria, y en la homilía hizo el celebrante, Ilmo. Sr. González Alvarez, un bello canto de la devoción mariana que en Brihuega y la Alcarria toda se profesa aún a la Santísima Virgen.
Posteriormente tuvo lugar un acto literario en el «Prado de Santa María», al verde y pétreo cobijo de los muros seculares del castillo de Brihuega. Un entorno perfecto para que la voz de escritores y poetas cuajara en bellos cantos de exaltación alcarreñista. Intervino en primer lugar don Salvador Toquero Cortés, quien en breves y bellas palabras hizo la justificación del acto, de la jornada toda, y trazó somera biografía del homenajeado presente, ilustre político alcarreño, excelentísimo señor García Hernández, a quien posteriormente don Emilio González Álvarez ofreció el Diploma recordatorio, de este cordial acto.
La evocación del maestro Sebastián Durón, como figura del pasado, corrió a cargo del joven profesor Villa Rojo, natural también de Brihuega, quién trazó una sucinta biografía de los hermanos Sebastián y Diego Durón, los dos músicos entre los siglos XVII y XVIII, y estudió posteriormente el carácter inédito pero interesantísimo de sus obras respectivas, ofreciendo finalmente su colaboración para llevar adelante el estudio que merece esta obra musical; así como brindando la idea de unos «festivales Durón» que esperamos recoja nuestra Institución Provincial de Cultura. Seguidamente, y tras escuchar merecidos aplausos, se procedió a descubrir una sencilla placa conmemorativa del acto.
Posteriormente, y también con la presentación sucesiva del señor Toquero Cortés, hizo su aparición la poesía, que en Brihuega es siempre fácil y naturalmente brota de su alto entorno sentimental. Poetas de Albacete, Toledo y Guadalajara se dieron cita entre la piedra y la hierba del castillo briocense. Ismael Belmonte, poeta de la Mancha albacetense, dijo con fuerza y patetismo su «Poema homenaje a Ochaíta», y su «Poema manchego: el zagal», de honda raíz campesina y popular, siendo muy ovacionado. Francisco Ballesteros, cronista oficial de Albacete, fundador del grupo poético «Alcor», recitó serenamente dos «Poemas a la Alcarria» de contexto intelectual. A continuación intervino el ya veterano Cronista de Toledo, Clemente Palencia, quien evocó el pasado briocense con dos poemas titulados «Toledo recuerda a la Alcarria». El también toledano Juan Antonio Villacañas recitó con su habitual simpatía 3 poemas, uno de ellos dedicado al Jardín de la Alcarria que es Brihuega. Por parte de Guadalajara, cerraron el acto los ya conocidos poetas Jesús García Perdices, que recitó «Vosotros sois la Alcarria», un canto hondamente sentido a los alcarreños, ausentes, y «Gratitud» a las tierras manchegas de Albacete y Toledo que habían querido sumarse al acto. José Antonio Suárez de Puga recitó finalmente tres de sus poemas, cuajados de virtuosismo técnico y claro sentimiento, recibiendo una gran ovación. El acto resultó verdaderamente agradable, completo y perfectamente organizado, sentando un alto y difícil precedente que superar en años venideros. A continuación, y en el contiguo templo de Santa María de la Peña, se cantó la Salve a la Patrona y se hizo la ofrenda floral por parte de jóvenes ataviadas con la indumentaria de nuestra región.
El día, la jornada que caminaba cuajada de calor popular, restando así algo de intensidad al frío atmosférico reinante, continuó en el recinto de la Real Fábrica de Paños, en los más alto de la villa, donde fué servido un vino de la tierra a cuantos alcarreños se hablan sumado al acto, y a continuación, en las «Cuevas» del linajudo edificio, tuvo lugar la gran comida de hermandad en la que más de trescientas personas pudieron charlar, saludarse y evocar viejos tiempos mientras saboreaban las «migas alcarreñas con tropezones», las «chuletas de cordero al ajo arriero» y esas« nueces con miel» que tan castizas y típicas resultan de tomar a orillas del Tajuña. A los postres se sucedieron las intervenciones oratorias de algunas personalidades asistentes, que quisieron rendir su homenaje de afecto y amistad al señor García Hernández. Intervino en primer lugar don Salvador Embid Villaverde, director de NUEVA ALCARRIA y alma de estas Jornadas, quien agradeció la asistencia de todos y leyó las adhesiones que por carta, telegrama o teléfono se habían recibido, siendo unas le ellas la del excelentísimo, señor Presidente de las Cortes don Alejandro Rodríguez de Valcárcel y del gobernador civil, don Carlos Montolíu y Carrasco, ausente de Guadalajara por asuntos familiares. Intervinieron seguidamente el doctor Cerro Torrecilla, de la Casa de Guadalajara en Madrid; el doctor Lozano Viñés, alcalde de nuestra ciudad, el doctor Pérez López, alcalde de Brihuega; el señor Montero Herrero, presidente del Núcleo González de Mendoza; el señor Ramos Sánchez, delegado provincial de Sindicatos, y el Ilmo. Sr. D. Mariano Colmenar Huerta, presidente de la Diputación Provincial. Con las palabras espontáneas, cordiales y colmadas de agradecimiento del señor García Hernández, e n las que expresó su alegría por ser objeto de este homenaje que vela tan popular y auténtico por parte de sus paisanos alcarreños, quedó cerrado este acto de auténtica confraternización.
Seguidamente, en la Plaza del Coso de Brihuega, los grupos de danzas de la Casa de Guadalajara en Madrid hicieron una demostración de buen folclore y sana alegría y al final del día, diversos grupos de alcarreños recorrieron las calles, plazas y monumentos señalados de la villa de Brihuega, manteniendo el espíritu de cordialidad con su presencia, hasta bien entrada la noche.
Nuestra enhorabuena a todos los alcarreños que quisieron sumarse a este acto, dilatado y sencillo, pero pleno de cordialidad; nuestra felicitación más sincera a quienes desde su puesto en la Comisión organizadora o las otras instituciones patrocinadoras del acto consiguieron esta dimensión de lo bien hecho y bien programado; y nuestro recuerdo para todos cuantos, desde lejanos lugares, no pudieron venir a Brihuega, pero con su corazón estuvieron cerca de nosotros. Que el año que viene sea más grande aún, más clamoroso este encuentro de Exaltación Alcarreña.