Día: 23 de diciembre de 1972

El retablo de Fuentelencina

  A Fuentelencina le queda todavía, por encima de sus empedradas callejas, y medio hundidos tejados, un pulcro y oloroso refinamiento señorial. Hay en sus largos y zigzagueantes soportales un suave olor a madera húmeda, a estiércol caliente, a guisado montaraz. La plaza mayor opulenta y noble, es el lugar donde el sol fabrica la…

Por Herrera Casado sábado, 23 diciembre 1972 1