Uno de los libros clásicos para conocer la evolución histórica de la provincia de Guadalajara es este que firmó José María Escudero de la Peña, y vio publicado por primera vez en Madrid, en 1869. La reedición, en facsímil, llegó muchos años después, en 1994, de la mano de Aache Ediciones y Emilio Cobos librero. El libro, de gran tamaño y con la tipografía propia de la época romántica, es sin duda un elemento clave en cualquier biblioteca alcarreñista, porque puede ser catalogado como “la primera historia de la provincia de Guadalajara” que se ha escrito.
Este libro, titulado “Crónica de la provincia de Guadalajara” que a mediados del siglo XIX escribió el polígrafo (entonces se llamaba así a los eruditos buscadores de historias y memorias antiguas) José María Escudero de la Peña, fue una forma de rescatar los aconteceres relativos a los pueblos de Guadalajara, que andaban muy dispersos en documentos o viejas crónicas. Un encargo de Cayetano Rosell que quería hacer esta misma operación con todas las provincias de España.
En esta “Crónica de la provincia de Guadalajara”, el autor se encarga de recoger pueblo por pueblo la memoria de sus personajes, de sus fundaciones, edificios singulares, hechos de relieve acaecidos en ellos, antiguas industrias, curiosidades y datos que pudieran dar una idea breve, sucinta, pero completa de la provincia, que por entonces tenía solamente 30 años de vida. Era una forma también de “crear conciencia” provincial.
El mapa de Guadalajara entera es de Cuaranda y los dibujos (personajes, edificios…) son de Llanta y Cebrián. La primera edición corrió a cargo de Rubio, Grillo y Vitturi, editores entusiastas de la divulgación histórica en el Madrid revolucionario. Y la edición que comentamos ahora, que es fiel facsímil de la original, con todos sus grabados y el mismo tipo de letra, se ha debido a AACHE Ediciones y Cobos Librero. Apareció en 1994 y nos han comentado que de nuevo vuelve a ser rara, porque quedan muy pocos ejemplares en librerías y en la editorial.
Si son bonitos los grabados, y curiosas las historias, quizás aún más atrayentes nos resultan las noticias del momento, como la industria, la educación, la administración pública, los correos, los caminos, las cosechas, los pósitos, la ganadería, las minas… parece increíble lo que ha cambiado esta tierra en siglo y medio. Realmente entonces estaban, -aunque en pleno movimiento reformista- todavía en el Medievo. Los viajes de reyes y cardenales por sus caminos y palacios parecían, según lo cuenta Escudero, cosa de anteayer. Hoy se ve esta historia provincial con la debida perspectiva, y no desmerece en nada de otras más relevantes o atrayentes (las de Quadrado y de la Fuente, los escritos de Juan Catalina, las densas historias de Layna Serrano…).
En este libro, pone la introducción Herrera Casado, centrando al autor y a su época, para una mejor comprensión de la obra, que sin duda requiere de una atención por parte de los bibliófilos locales.