Un recorrido por la historia del Café Gijón
El Café Gijón sí tiene quien lo escriba. En 1888 se abrió al público, exactamente donde hoy está, en el Paseo de Recoletos. Y a lo largo de los años, y de las tertulias, mucha gente (española y de más allá) lo ha considerado parte de su hogar, de su vida más íntima. Al Café Gijón lo han retratado diversos escritores, en él se han escrito novelas, se han rodado películas, y miles de periodistas, ensayistas, poetas… han esxcrito sus obras sentados a sus mesas.
Uno de ellos ha sido el seguntino José [Pepe] Esteban, quien en 1996 dio a luz la primera edición de su “Café Gijón” que intentó fuera una novela corta, pero se quedó (o subió de categoría) y quedó en ensayo biográfico de sitios y gentes. Lo leí de un tirón en su día, y ahora que a Pepe Esteban (a sus 86 años) le vuelven a crecer los admiradores y a sonar por todos sitios los aplausos, la editorial “Reino de Cordelia” le publica en segunda edición (no corregida, pero sí aumentada) este Café Gijón al que se añaden dos cosas sobre su primera y dubitativa aparición: una maravillosa edición (esa mezcla de papel adecuado, márgenes generosos, pastas duras, camisa Ivory) y unas ilustraciones de lujo, las que pone Javier de Juan dando imagen al Café y, sobre todo, a sus tertulianos, que son cientos.
Un libro que se vuelve a leer, que se volverá a leer siempre, porque es de los que crena adicción. Y yo le pongo aquí porque, en el fondo, le considero un libro alcarreñista. ¿Por qué? Porque Esteban es paisano, y aunque se haya pasado media vida en el Gijón de Recoletos, la otra media la ha discurrido por el mundo, y muy especialmente por la tierra en que nació, que es la mía.
A.H.C.