Archilla, un fotógrafo para la historia

viernes, 6 enero 2006 0 Por Herrera Casado

Estos días ha visto la luz un magnífico libro, titulado “Guadalajara. Historia de la Fotografía (1853-1956)” escrito por don Pedro José Pradillo y Esteban, y editado por la empresa constructora Alvargómez. En él se reúnen y muestran infinidad de imágenes que ofrecen visiones antañonas y emotivas de la ciudad, de la provincia, de sus gentes y de sus costumbres. Un estudio detallado de fotógrafos, técnicas, estudios y alcances de este arte (el de la fotografía) se avalora con una gran colección de fotografías en las que destacan retratos, grupos, manifestaciones, acontecimientos, fiestas y testimonios del pasado.

El estudio está realizado con intenciones de totalidad, y no se olvidan las figuras claves de la fotografía en Guadalajara como fueron Ortiz de Echagüe, Tomás Camarillo, Goñi, Layna, los franceses viajeros Clifford y Laurent, Reyes, Marí y muchos otro. En esta ocasión me permito colaborar a esa memoria colectiva aportando datos sobre un buen fotógrafo al que se deben testimonios únicos de una época y una circunstancia concreta: me refiero a la figura de Pedro Archilla Salido, y su labor fotográfica en torno a la destrucción y posterior reconstrucción de la catedral de Sigüenza.

Pedro Archilla Salido, fotógrafo en Sigüenza

Unos cuantos y escuetos datos puedo aportar acerca de este que fue extraordinario fotógrafo y atento cronista gráfico de lo que sucedió en la Ciudad del Doncel durante la primera mitad del siglo XX. Pedro Archilla Salido (1882-1967) fue Doctor en Ciencias Físico- Matemáticas, obteniendo por oposición, en 1905, la cátedra de Matemáticas del Instituto de Soria y, por concursos sucesivos, las de los Institutos de Ciudad Real, Ávila y Guadalajara. En oposiciones directas, ganó la cátedra del Cardenal Cisneros. Aparte de numerosos artículos en revistas científicas, publicó varios libros entre los que cabe destacar «Elementos de Aritmética» y el dedicado al primer año de Bachillerato. Fue consejero de Instrucción Pública y Diputado Provincial.

Provisto de su máquina fotográfica, recorrió la ciudad, se subió a todas las alturas, entró en todos los patios, escaló torres y aguardó en todas las esquinas. Desde allí pudo tomar instantáneas que, aparte de su encuadre artístico, y de la oportunidad de captar personajes interesantes, muestran el estado de Sigüenza y sus alrededores en la primera mitad del siglo pasado. Se desplazaba habitualmente por la comarca, con lo cual llegó a tomar fotografías de muchos otros lugares que hoy ofrecen perspectivas muy distintas.

En la ciudad de Sigüenza, Archilla hizo tomas de las principales calles, plazas y visiones generales clásicas. El castillo lo retrató en diversas perspectivas, así como la catedral, a la que se dedicó con especial pasión.

De la catedral, antes de la Guerra Civil, tiene Archilla numerosas tomas hechas que hoy sería difícil conseguir en la misma perfección que él hizo, y sobre todo ofreciendo un estado pretérito ya perdido. Así, es llamativa la imagen que tomó del tímpano que corona la portada de la Capilla de San Juan y Santa Catalina, tomada desde una altura que nos la ofrece totalmente horizontal.

O del rincón norte del crucero, donde lucen espléndidos el retablo de Santa Librada y el mausoleo de don Fadrique de Portugal. Delante de ellos se aprecia perfectamente la antigua reja de hierro forjado, realizada en el siglo XVI por Juan Francés, y que tras el bombardeo de la guerra desapareció y hoy ha sido recuperada fragmentariamente, y puesta en el muro sur de ese mismo crucero.

Muchas fotografías del claustro, de sus capillas, de altares interiores, de obras específicas de arte…

Pero donde cobra valor singular, único, el trabajo fotográfico de Archilla es en el conjunto de imágenes que capta nada más producirse el asedio y defensa de la catedral seguntina por las tropas contendientes en la Guerra Civil. Es impresionante contemplar su amplia muestra de imágenes que dan la dimensión del desastre bélico: especialmente impactante es la fotografía que muestra la girola cuajada de piezas caídas de las alturas, recogidas fragmentariamente, para posiblemente proceder a su recolocación. Hay escudos, obispos orantes, cornisas, rejas, lámparas. Todo esperando la restauración que llegó enseguida.

Bajo la dirección del arquitecto Labrada Chércoles, un intenso movimiento reconstructivo, que abarcó lo arquitectónico y lo decorativo, se puso en marcha, alcanzando la inauguración del templo totalmente restaurado en el año 1949, con la asistencia al acto del propio Jefe del Estado, el general Francisco Franco. El fotógrafo Archilla nos da muchas imágenes de ese proceso reconstructivo, subiéndose él mismo a las bóvedas, ventanales, torres, etc. Hay algunas fotos especialmente curiosas, como aquella en que aparece el conjunto de obreros, técnicos y entre ellos el arquitecto director, subidos a una alta ventana de la nave central.

Testimonios valiosos

Entre las fotografías de los pueblos de la comarca seguntina, es especialmente valiosa la que Archilla aporta del castillo de Séñigo, entre Sigüenza y Peregrina. Hoy no queda absolutamente nada de esa fortaleza, pero en 1940 Archilla alcanzó a fotografiar, no ya la torre o restos de la torre, sino la fortaleza entera, que tras los estudios realizados sobre ella, y que dejaban sospechar que la tan traida y llevada torre era la parte “homenaje” de un gran caserón fortificado, ahora puede afirmarse que era de este modo. Lo impresionante es que en tan sólo 60 años, un castillo medieval haya quedado reducido a un montón de piedras.

Vemos el castillo de Pelegrina, mucho más entero de lo que está hoy, el de Guijosa, y otros varios, así como los aspectos generales de los pueblos de la comarca. En definitva, la obra fotográfica de Archilla Salido, tiene una evidente fuerza y merecería ser considerada en cualquier estudio general sobre la historia de la fotografía en Guadalajara. Aquí aporto algunas de sus imágenes más llamativas y curiosas, que dan constancia de su calidad e interés.

Apunte

Archilla Salido en Internet

La obra “seguntina” del fotógrafo aficionado Archilla Salido puede consultarse en la siguiente dirección de Internet, mantenida como elemento de apoyo didáctico por el Ministerio de Educación: http://iris.cnice.mec.es/colección/Pedroarchilla/. También aparece en la conocida página de “Alcarreños Distinguidos” que es muy consultada en http://www.aache.com/alcarrians.

El Centro de la  Fotografía y la Imagen Histórica de Guadalajara

Bajo la dirección técnica de don Plácido Ballesteros Sanjosé, desde hace unos años funciona en las dependencias del Centro Cultural San José de nuestra ciudad, el CEFIHGU, en el que se atesoran convenientemente clasificadas, restauradas y preservadas, cientos de miles de antiguas fotografías que atañen en sus motivos a paisajes, pueblos, personas y acontecimientos de la provincia de Guadalajara.

Promovido por la Excmª Diputación Provincial de Guadalajara, a través del Servicio de Cultura, ofrece hoy un pequeño Museo visitable, en el que se exponen aparatos fotográficos, reproducción de estudios, y positivados de fotografías de los clásicos captadores de imágenes de nuestra tierra.

Se ha ido formando este gran fondo de imágenes con las iniciales aportaciones de la propia Diputación, que poseía las colecciones donadas por los herederos de Tomás Camarillo y Francisco Layna Serrano. Después, se han ido acumulando en sus archivos las fotos de ya clásicos artistas como Alejandro Latorre y Luis Vegas, que ofrecen enorme cantidad de imágenes de la época del nacimiento de la Aeronáutica en nuestra ciudad; Fernando Poyatos, que se centró en Budia y la Alcarria; García Muñoz, José López, José Reyes y Eugenio Ruiz García “Peco”, de Molina. La gran colección de Goñi, fotógrafo real avecindado en Guadalajara, la conserva la Agrupación Fotográfica de Guadalajara, aunque ha sido cedida a la Biblioteca Regional en Toledo.

Estas, y muchas otras grandes colecciones particulares de fotografías, conforman un acervo de gran importancia para el estudio del pasado gráfico de nuestra provincia.