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Nos vemos en Zarzuela de las Ollas

Mañana sábado 19 de octubre se va a celebrar, por sexto año consecutivo, el “Día de la Sierra”, y el encuentro va a tener lugar en Zarzuela de Jadraque. Un lugar emblemático, especialmente por su producción alfarera durante siglos, que le ha supuesto ser conocido el enclave como “Zarzuela de las Ollas”. Un encuentro de gentes y cosas que mantienen con vida ese espacio tan frágil (y en apariencia tan firme) que es la Sierra Norte de Guadalajara. Nos vemos allí, porque es obligado estar, apoyando. Entre los actos, charlas, exposiciones y juegos que tendrán lugar mañana en Zarzuela, destaco dos por su especial relieve: uno es la concesión en este 2013 del nombramiento de “Serrano del Año” a don Tomás Gismera Velasco, que tantas pruebas ha dado a lo largo de su dilatada carrera como escritor y hombre de comunicación permanente, de su amor por la tierra en que nació (la altiva cúspide de Atienza) y por los territorios que la rodean. Otro es el pregón que pronunciará en la ocasión el periodista y escritor, compañero de estas páginas, don José Serrano Belinchón, que sabemos está preparando una intervención de hondo calado. Qué es y dónde está Zarzuela de las Ollas Empezaremos por decir que es Zarzuela de Jadraque (su nombre oficial) un pueblecito de la serranía guadalajareña, alzado en un recuesto que por sus lados se acompaña de sendos profundos barrancos, que darán a la larga en el río Bornova, el que trae las gélidas aguas de los altos picos del Alto Rey. Pero que de siempre, desde hace siglos, a Zarzuela le conocen con otro apellido, con el “de las Ollas” que obtuvo por ser lugar de enorme producción alfarera, algo así como un polígono industrial escondido entre los repliegues de los montuosos espacios serranos. Esa actualidad permanente que ofrece Zarzuela de las Ollas se completó no hace mucho por la aparición de un libro que trata de esos elementos que allí se produjeron durante siglos. El libro, del que luego hablaré, fue escrito por dos personas del pueblo, María Angeles Perucha y Miguel Angel Rodríguez, muy comprometidos con la esencia de Zarzuela y su permanente lanzamiento mediático y social. Historia de una artesanía La fabricación de ollas en Zarzuela ha sido, (hoy ya no existe) más un actividad industrial que artesana. Se tiende a llamar artesanía a todo aquello que hace siglos, o decenios, servía para […]

La capilla de la Concepción en la catedral de Sigüenza

Después de largos y difíciles trabajos de restauración, la catedral de Sigüenza recupera uno de sus más singulares espacios, la Capilla de la Concepción, que por estar en el extremo más alejados desde la entrada al claustro por la catedral, es apenas conocida. Solo a quien va paso a paso por el gran edificio, quien indaga en todos sus recovecos, quien no se va hasta haberlos abierto todos, es a quien le sorprenderá esta capillla, este lugar recóndito y caja llena de sorpresas, que trato de explicar, muy brevemente, a continuación. En el extremo oriental de la panda norte del claustro catedralicio, entre la antigua sala capitular de los canónigos (hablamos de hace siglos) y el aula de moral, se abre tras una espléndida portada la capilla de la concepción, que viene a tener unos7 metrospor cada lado, en una planta cuadrada, y unos 6 de altura en su punto central. Para los que buscan puro medievalismo, no es este un lugar aconsejado. Este ámbito que intentamos visitar hoy ofrece formas y adornos que son plenamente renacentistas. Lo mejor de todo, quizás, es su portada, que vemos a lo lejos avanzando por el claustro. La portada es de arco escarzano, y se decora con relieves policromados con los símbolos de la letanía y el escudo de don Diego Serrano, que vamos a ver se repite insistentemente por todos los ámbitos dela capilla. Esel de este señor, su fundador, un escudo que muestra cinco conchas de Santiago puestas en cruz. Una especie de nártex se forma entre la portada y la puerta de la capilla, y es desde mínimo espacio que se puede acceder a las tribunas de la capilla a través de dos puertas. La portada está enmarcada por dos pilastras muy estilizadas divididas en dos cuerpos, sobre las que descansa una cornisa profusamente decorada con motivos platerescos y so­bre ella lucen tres esculturas que son, al centro,la Virgen Maríacon su hijo Jesús, y a sus lados un par de ángeles. La reja de cerramiento se de­cora con sirenas férreas, recortadas, y sin duda salió de los talleres de Juan Francés, el maestro toledano de principios del siglo XVI, o quizás (eso dice Pérez Villamil) del que tenía el maestro Usón en Sigüenza. En el espacio existente entre la reja y la capilla se encuentran las dos puertas de madera que dan acceso a las tribunas. Las Jambas y dinteles […]