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El coro de las enjutas

De la catedral seguntina, a la que estos días estoy dedicando nuevas miradas, me llega un sonido grácil y apasionado, un rumor de voces que discuten y ríen, que discrepan y atestiguan. Es el sonido de las palabras que pronuncian los dieciséis personajes que se alzan en las enjutas de los arcos laterales de la antigua Sacristía Nueva, o “Sacristía de las Cabezas”, como ahora conocemos al espacio de luz y sombras en el que desde hace siglos esas figuras se esfuerzan por hablar y exponer sus razones. Vamos a darlas voz.   Al entrar cualquier viajero a la catedral de Sigüenza, los monumentales pilares forrados de columnillas, los aros de capiteles, y las nervadas bóvedas captan su atención, y le dejan medio mudo. Luego, empieza a mirar detalles: las capillas, las rejas, los escudos, las tallas, los muebles… y empieza querer saber más de cada cosa. La esencia, el edificio, el espacio y la altura, son del siglo XII, y su estilo el románico de transición, con herencias cistercienses, con modismos languedocianos. Pero nada de ello nos va a detener ahora. Vamos en directo al lugar donde hemos oído las fablas enardecidas. Vamos por la nave del evangelio adelante, llegando al crucero, dejando a la izquierda el altar de Santa Librada y el mausoleo de Fadrique de Portugal, para enseguida ponernos ante la puerta de madera tallada de su Sacristía, y penetrar en ella. Sorpresa, desaliento ante el espacio inmenso, agobio de formas. La nave de esta sacristía, iluminada desde la derecha por una ventana alta y estrecha, pasa del claror a la oscuridad y nos atrapa. Tiene sus paredes flanqueadas por cuatro arcos que rehunden el muro. Cuatro a un lado y cuatro a otro, enfrentados. Y cada arco, tiene en su parte alta, entre las columnas y el semicírculo, dos medallones grandes y valientes: son las enjutas. Hay, por tanto, ocho arcos, enfrentados cuatro contra cuatro, y dos enjutas en cada uno. En total, dieciséis enjutas. Que se ponen, ahora mismo, a dejar hablar a sus ocupantes. Pero antes, conviene describir, muy someramente, quienes son los personajes que pueblan esos medallones, trazados sobre el papel primero, y luego tallados sobre la dúctil piedra. Describo los arcos enfrentados, desde el primero, donde está la puerta de entrada, y frente a ella el acceso al Sagrario catedralicio, hasta el cuarto y último, junto a la ventana. Cada par de […]

Diálogos de piedra: santos cristianos y héroes paganos en la Alcarria

A propósito de una visita a la localidad de Romancos, en pleno valle del Tajuña, y de ver y estudiar el edificio de su iglesia parroquial, y sobre todo de analizar y ponderar en lo que vale el conjunto escultórico de su coro renacentista, ha sido preciso continuar viaje por otros pueblos de la provincia, desde Sigüenza a Pareja, pasando por Peñalver y Budia, y deteniéndome en muchos otros de la Campiña, del Henares, para poner sobre la mesa otro tema que casi ha pasado desapercibido, pero que al analizarlo ahora, muchos lectores se darán cuenta de que cada esquina del patrimonio provincial tiene un valor, y un significado. Vamos a escuchar ahora los “diálogos en piedra entre santos y paganos”. En muchos templos de nuestra tierra, en las enjutas del arco semicircular que (sirviendo de entrada a la Gloria, a lo Sagrado) oficia de puerta principal, aparecen medallones con bustos, caras, cuerpos enteros, en parejas, en solitario. Unos son evidentemente personajes de la Biblia, normalmente del Nuevo Testamento. Y otros son personajes de la Antigüedad clásica, surgidos de leyendas, de historias, de homilías varias. La mezcla de lo santo y lo profano, de los cristiano y lo pagano, es muy propia del comedio del siglo XVI, cuando ha estallado plenamente la Reforma (Lutero, Calvino, Melachton, Erasmo, los Valdés, Lucena… de un modo u otro) y la jerarquía católica en la Península Ibérica, y en general en la Europa meridional, se prepara para una dura batalla que rematará el Concilio de Trento. Confirmando la ortodoxia romana, pero dejando puertas abiertas a la interpretación y la aceptación de las bondades éticas y morales de los no cristianos, desde los sabios griegos a los médicos islámicos. A modo de ejemplo, simplemente por dar pistas, para que mis lectores cuando viajen se fijen en detalles que tienen un significado hondo y transmiten con fuerza un debate que fue acalorado y pasional hace cinco siglos, refiero los lugares donde se pueden contemplar estos diálogos de piedra entre santos y paganos. La Sacristía de las Cabezas Quizás el más emblemático y espléndido, por arte y por contenido, de esos lugares, sea el Sagrario Mayor, o Sacristía de las Cabezas, de la catedral de Sigüenza, construida a instancias del cabildo catedralicio, y encargado al mejor artífice del momento, Alonso de Covarrubias, en 1535. Este espacio consiste en una gran estancia rectangular, en cuyos lados mayores se […]