En estos días de recogimiento y memoria en torno al misterio de la muerte de Cristo y de su Resurrección, recomiendo salir a las calles de Guadalajara a ver pasar las procesiones que, por revivir misterios de la religión cristiana, aparecerán cuajadas de color morado y escuetos sonidos de lamento y corneta. Quizás asome, desde algún balcón, una saeta. En todo caso, es Juan Pablo Mañueco, un poeta de Guadalajara, quien aquí se alza con su voz a cantarlas: las saetas a la Semana de Guadalajara y de España entera. Hace solamente escasos días que Juan Pablo Mañueco ha lanzado a la consideración general un manojo de SEIS libros titulados genéricamente “Cantil de Cantos” y en el que aporta nuevas estrofas de su creación. Un verdadero manantial de poesía, clásica y cercana, muy sonora. En esa colección hay un tomo, el quinto, que está dedicado íntegramente a las Semanas Santas de España, con poemas en forma de Saetas compuestas sobre la estrofa “castellana” de su invención. Creo que este momento es el más adecuado para hacer un repaso, somero y lúcido, sobre las páginas de este libro de Mañueco. Nos dice López de los Mozos en el Prólogo que María Victoria Fernández y Juan Pablo Mañueco (sus autores) han empleado para la composición de estas saetas suyas, una copla nueva, creada por él, a la que ha bautizado y puesto un nombre tan sonoro como el de “castellanas”, en este caso, de arte menor, que convierte en saetas por el tema y por la repetición que significa el estribillo de alguna de sus estrofas. Y aún añade el historiadores y etnógrafo alcarreño en dicho Prólogo, que “Aunque, sin duda, la belleza de los pasos procesionales y el celo de las cofradías y hermandades se concentre, como siempre ha ocurrido, en la procesión del “Silencio y Santo Entierro”, que tiene lugar dicho Viernes Santo y que da comienzo a las ocho de la tarde en la parroquia de San Ginés, desde donde la comitiva procesional va recogiendo los pasos de las diferentes parroquias -San Nicolás, Santiago y Santa María-, desde donde -como concatedral que es y, por lo tanto, primera iglesia de la ciudad, junto con la catedral de Sigüenza- comienza la procesión general, que suele encabezar el obispo de la diócesis Sigüenza-Guadalajara y el resto de las autoridades locales y provinciales, hasta regresar al punto de origen después de haber […]