Los Escritos de Herrera Casado Rotating Header Image

sacristia

Covarrubias, arquitecto en Sigüenza

Siempre que visitamos el interior de la catedral de Sigüenza, y admiramos algunos de sus detalles más llamativos, como la Sacristía de las Cabezas, o los altares del crucero, aparece en la cuenta (bien porque lo leemos en algún libro, bien porque nos lo recuerda el guía) la figura de Alonso de Covarrubias, el arquitecto toledano que tanta huella dejó entre nosotros. Nació Alonso de Covarrubias en la localidad toledana de Torrijos, en 1488, hijo de Sebastián de Covarrubias y Leiva y de María Rodríguez. Tuvo un hermano, Marcos, que fué famoso bordador asentado en Alcalá. Casó con María Gutierrez de Egas, sobrina de los afamados maestros arquitectos Egas. Y de élla tuvo 5 hijos, todos éllos de alto rango, muy especialmente don Diego de Covarrubias y Leiva, nacido en 1512, que alcanzó a ser obispo de Sevilla y de Ciudad Real, y finalmente presidente del Consejo de Castilla. Nuestro autor murió en 1570, ya de avanzada edad, siendo enterrado en su capilla personal de la iglesia de San Andrés, en Toledo. Las más fiables noticias biográficas sobre Covarrubias las aporta con la suficiente consistencia documental el profesor Fernando Marías Franco en su libro “La arquitectura del Renacimiento en Toledo (1541‑1631)”, Toledo, 1983, donde además aparece un magnífico estudio de Covarrubias. La actividad de Covarrubias abarca un amplio espacio del Renacimiento castellano. Sus primeras obras están documentadas, aun como simple tallista o aprendiz, en 1510, y las últimas llegan hasta practicamente el momento mismo de su muerte: a 1569. Toda una vida cuajada de actividad, de ideas, de realizaciones en las que su ingenio y su técnica se pusieron al servicio de la belleza plástica, quedando, por perdurables las construcciones que levantó, una buena cantidad de obras diseñadas por él. El estilo de Covarrubias, siempre dentro del Renacimiento castellano, del que es el mejor intérprete, fue evolucionando a lo largo de los años. Y así, siguiendo a Muñoz Jimenez en su estudio sobre el Manierismo en Guadalajara (La arquitectura del Manierismo en Guadalajara, Institución Provincial de Cultura «Marqués de Santillana», Guadalajara, 1987, especialmente las páginas 71 a 84), podemos reconocer varias etapas, que en resumen serían: 1ª) de formación y aprendizaje (1510‑1526) en la que aparece colaborando con figuras de importancia en ese momento, como los Egas, Torrollo, etc., y trabajando ya por entonces en la catedral seguntina. 2ª) de obras platerescas (1526‑1541) en la que surge con fuerza su […]

Memoria de Covarrubias en Sigüenza

Uno de los artistas a quien más admiro, de los que en tiempos pasados dejaron su genial huella por las tierras en que vivimos, es el toledano Alonso de Covarrubias. Muy activo en Guadalajara, en Sigüenza, en la Alcarria, durante la primera mitad del siglo XVI, en aquella época en que todo era construcción de templos y palacios, hoy todavía se pueden ver sus obras, sus filigranas talladas y sus ámbitos majestuosos en espacios como la catedral seguntina, la iglesia de Santiago en nuestra ciudad, o el templo parroquial de Albalate de Zorita. Aquí van unas pinceladas sobre su vida y su obra, para animar a que su memoria protagonice el viaje de alguno de mis lectores. Alonso de Covarrubias aportó su genio arquitectónico al monumento más señalado de toda la provincia de Guadalajara: a nuestra iglesia catedral seguntina. En las breves líneas que siguen, quiero hacer un repaso somero de la figura del arquitecto toledano, y muy especialmente de su intervención en la Catedral de Sigüenza. Reavivar su memoria y sus trazas es de una parte homenaje cumplido a su agudeza y de otra aportar una idea para que a través de un viaje por la provincia, con meta en la Ciudad Mitrada, se reviva el legado de este genial artista. Vida y obra de un artista genial Nació Alonso de Covarrubias en la localidad toledana de Torrijos, en 1488, hijo de Sebastián de Covarrubias y Leiva y de María Rodríguez (El mejor estudio biográfico lo ha realizado hasta ahora F. Marías, en su obra “La arquitectura renacentista en Toledo”. En su día, doña Juana Quiles en la Revista “Investigación” apuntó la posibilidad de que Covarrubias fuera natural de nuestra provincia, de Valbueno concretamente, pero su tesis no se ha sostenido). Covarrubias tuvo un hermano, Marcos, que fue famoso bordador asentado en Alcalá. Casó con María Gutierrez de Egas, sobrina de los afamados maestros arquitectos Egas. Y de élla tuvo 5 hijos, todos éllos de alto rango, muy especialmente don Diego de Covarrubias y Leiva, nacido en 1512, que alcanzó a ser obispo de Sevilla y de Ciudad Real, y finalmente presidente del Consejo de Castilla. Nuestro autor murió en 1570, ya de avanzada edad, siendo enterrado en su capilla personal de la iglesia de San Andrés, en Toledo. La actividad de Covarrubias abarca un amplio espacio del Renacimiento castellano. Sus primeras obras están documentadas, aun como simple tallista […]