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paganismo

Apolo en la catedral de Sigüenza

En estos días ha aparecido un libro, que firmo, sobre la catedral de Sigüenza. Con la clásica decripción de su historia y sus formas, de sus perfiles y detalles internos. Y con el aporte de nuevas visiones, detalles inéditos y curiosidades que surgen al contemplar en detalle sus muros y capillas. Uno de esos detalles, hasta ahora no tratado en libro alguno, es la presencia del dios Apolo en su coro catedralicio. Que aquí desmenuzo. En el altar de Santa Librada, en la parte alta de la pintura principal que muestra a la santa patrona seguntina sobre un trono cuatrocentista, aparece un friso que pintó Juan de Soreda en los primeros años del siglo XVI en el que se ven nítidas y espectaculares cuatro escenas de los Trabajos de Hércules (con los toros de Gerión, con el León de Nemea, etc.) y que han sido interpretadas como símbolos de la fortaleza y la virtud pagana protegiendo y apoyando a la cristiana. En la sacristía de las cabezas, obra cumbre de Alonso de Covarrubias, en la misma catedral, las enjutas de los grandes arcos están ocupadas por medallones en los que aparecen talladas las Sibilas, profetisas paganas que hablaban a griegos y romanos, del porvenir. Estos y otros datos nos permiten comprender que no es extraño que en los templos cristianos, especialmente en los surgidos a raiz de la eclosión del humanismo renacentista, aparezcan figuras paganas que apoyan con la fuerza de su leyenda el sentido cristiano que se quiere dar a algún elemento, altar, o espacio. Esto es algo que surgió en Italia y luego en toda Europa, en el contexto de la corriente filosófica y de pensamiento conocida como neoplatonismo, y que inició Marsilio Ficino en las escuelas del humanismo florentino. Hasta ahora, nadie había mencionado el hecho de que en el eje mismo del coro catedralicio seguntino, en el mueble delantero de la silla episcopal o prioral que sirve para que el obispo, o el deán del cabildo, se siente y apoye sus libros de oraciones, figura tallada una figura que es de estirpe pagana. Con el aire de la talla que el maestro Pierres imprimía a sus obras, y de las que vemos estupendas piezas en la sacristía (contraventanas con los cuatro evangelistas, muebles de ropas con virtudes talladas) aparece en este sitial el busto de un joven desnudo, de alborotada pelambre, y que tras su hombro […]

Diálogos de piedra: santos cristianos y héroes paganos en la Alcarria

A propósito de una visita a la localidad de Romancos, en pleno valle del Tajuña, y de ver y estudiar el edificio de su iglesia parroquial, y sobre todo de analizar y ponderar en lo que vale el conjunto escultórico de su coro renacentista, ha sido preciso continuar viaje por otros pueblos de la provincia, desde Sigüenza a Pareja, pasando por Peñalver y Budia, y deteniéndome en muchos otros de la Campiña, del Henares, para poner sobre la mesa otro tema que casi ha pasado desapercibido, pero que al analizarlo ahora, muchos lectores se darán cuenta de que cada esquina del patrimonio provincial tiene un valor, y un significado. Vamos a escuchar ahora los “diálogos en piedra entre santos y paganos”. En muchos templos de nuestra tierra, en las enjutas del arco semicircular que (sirviendo de entrada a la Gloria, a lo Sagrado) oficia de puerta principal, aparecen medallones con bustos, caras, cuerpos enteros, en parejas, en solitario. Unos son evidentemente personajes de la Biblia, normalmente del Nuevo Testamento. Y otros son personajes de la Antigüedad clásica, surgidos de leyendas, de historias, de homilías varias. La mezcla de lo santo y lo profano, de los cristiano y lo pagano, es muy propia del comedio del siglo XVI, cuando ha estallado plenamente la Reforma (Lutero, Calvino, Melachton, Erasmo, los Valdés, Lucena… de un modo u otro) y la jerarquía católica en la Península Ibérica, y en general en la Europa meridional, se prepara para una dura batalla que rematará el Concilio de Trento. Confirmando la ortodoxia romana, pero dejando puertas abiertas a la interpretación y la aceptación de las bondades éticas y morales de los no cristianos, desde los sabios griegos a los médicos islámicos. A modo de ejemplo, simplemente por dar pistas, para que mis lectores cuando viajen se fijen en detalles que tienen un significado hondo y transmiten con fuerza un debate que fue acalorado y pasional hace cinco siglos, refiero los lugares donde se pueden contemplar estos diálogos de piedra entre santos y paganos. La Sacristía de las Cabezas Quizás el más emblemático y espléndido, por arte y por contenido, de esos lugares, sea el Sagrario Mayor, o Sacristía de las Cabezas, de la catedral de Sigüenza, construida a instancias del cabildo catedralicio, y encargado al mejor artífice del momento, Alonso de Covarrubias, en 1535. Este espacio consiste en una gran estancia rectangular, en cuyos lados mayores se […]

El coro de Romancos, un discurso humanista

Veíamos la pasada semana cómo por estructura y decoración la iglesia parroquial de Romancos es un ejemplar admirable de la arquitectura religiosa en la Alcarria. Pero dejábamos para otra entrega la descripción y el intento de interpretación de su coro, mejor dicho, de las vigas que, -sacadas de enormes ejemplares de pinos serranos- fueron decoradas minuciosamente tratando de transmitir un mensaje arcano, un mensaje que hoy nos resulta misterioso, cuando a mediados del siglo XVI, cuando se hizo, estaba meridianamente claro para quienes lo veían. (El estudio de esta pieza de arte, hasta ahora no publicada ni analizada por nadie, debería hacerse en otro medio, pero la ausencia (en el momento actual) de revistas especializadas  en arte en nuestra provincia y región, me condiciona para su publicación en este semanario de información general) En los pies del templo parroquial de Romancos, un coro alto ocupa la extensión de las tres naves. Se divide en tres espacios, más ancho el central que los laterales. Cada uno de ellos, muestra en su frente una viga tallada, y el central, tiene a su vez cuatro viagas con decoración, que miran al interior del espacio que marcan. La que haría de espalda de la viga central, no tiene ahora decoración. Se dice que en el pueblo que la tuvo, pero que por razones que se ignoran la perdió. En definitiva, el coro de Romancos ofrece un total de seis vigas talladas, tres al frente de la nave, y tres en el interior del tramo central. Trato de mostrar su distribución en el esquema que adjunto, y paso a describir los elementos que aparecen tallados en esos espacios de madera, en un orden que previamente he establecido como más lógico en punto a interpretar luego el contenido de esa decoración, que lógicamente tenía un orden de lectura. La viga central, el cristianismo La primera de las vigas (nº 1 del esquema) es la que soporta el coro en la nave central, y mira hacia la nave, hacia el altar: es la parte noble y capital del conjunto, la que tiene un sentido que irradia su estructura a las otras vigas, y las compromete en su significado. Muestra tres grandes medallones (uno al centro, y dos en los extremos) arropados por figuras quiméricas aladas, con un querube entre ellas, escoltado en ambos lados  por parejas de cabezas que a su vez se enfrentan. Un conjunto armónico, […]