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Orea en el confín: tiempo y espacio

En estos días hemos podido acceder a la compleja estructura y el imponente aparato informativo que ofrece un libro referido íntegramente a un pueblo de nuestra provincia: concretamente al molinés enclave de Orea. Una obra que va a ser presentada este fin de semana, más exactamente el sábado 17 de agosto, en la localidad serrana, ahora abarrotada de gente que acude a ella a pasar el verano, por querencias familiares y por la temperatura agradable que allí se disfruta. Palabras para presentar Orea Me considero afortunado por haber sido de los primeros lectores que ha tenido este libro, porque he disfrutado y he aprendido mucho con él. El disfrute ha venido de la claridad con que las cosas que en él se tratan van expuestas. El método científico le impregna por completo: es claro, metódico, ordenado y cuajado de cifras, a la manera en que el mundo debe ser entendido: midiéndolo. Y el aprendizaje me ha llegado porque a pesar de llevar docenas de años recorriendo la provincia, hablando con sus gentes y mirando torres de iglesias, apuntando detalles y leyendo legajos viejos, la mayoría de las cosas que de Orea saben los autores yo no las sabía. En este libro, que usa más de 500 páginas para tratar solamente de un pueblo, aparece con fuerza un elemento del que muchos hablan y pocos se paran a definirlo: es la intrahistoria, de la que don Miguel de Unamuno decía que era ese discurrir de la vida tradicional que viene a servir de decorado a la historia visible. En Orea apenas han ocurrido cosas que puedan ser anotadas en los libros de Historia. Es más, yo diría que no ha ocurrido nada que deba aparecer en los libros de la historia de Castilla, de España toda. Pero en esta villa cada día que ha pasado, desde hace más de dos mil años, han ocurrido cosas: las que han sucedido a sus habitantes, las que han tenido que ver con ellos mismos y ellos solos, con sus cuentas diarias, con su estructura de grupo, con sus relaciones de poder y con sus formas de pensar. Esa sucesión de elementos es lo que da pie a la historia, que en este caso, y por haber sucedido solo en Orea y a sus gentes, se puede definir como intrahistoria real. De esa que el Diccionario oficial dice que es “La vida cotidiana en la […]

Festival de lecturas en la Concordia

Desde ayer jueves y hasta el próximo domingo, el parque de La Concordia recibe la visita de los libreros, los editores y los grupos que están día a día, a lo largo del año, ocupados en hacer libros, en enseñarlos, en venderlos y, sobre todo, en animar a los ciudadanos a que se sumerjan en esos mundo ideales, sabios y divertidos, que habitan dentro de las cubierta de los libros. Este año, en la Feria que abarca los días 16 al 19 de mayo, van a llenarse las horas con actividades de lo más variado, aunque siempre con un protagonista, aunque sea en lontananza, cierto y firme: el libro. En otras ocasiones he dado mi opinión acerca de la importancia capital que le doy a los libros, en la vida de las personas. Para mí son fundamentales, y el no tener libros, no leerlos, no interesarse por ellos, es síntoma de grave enfermedad, algo incompatible con la propia vida. Al menos con el mecanismo de la comprensión e inserción del mundo en torno. Por eso es siempre una gozada lanzarse a mirar, a hojear y a ojear los libros, esos que están en los mostradores, en las estanterías, en los anaqueles de las bibliotecas o en los entresijos de algún olvidado desván. En estos días se han sucedido diversas Ferias del Libro por España, y de entre ellas quizás la mayor es la que todavía anda abierta en el madrileño paseo de Recoletos, dedicada al libro viejo y de ocasión. Pero la Feria del Libro que nos aguarda estos días en la ciudad, en el Parque de la Concordia, mañana y tarde, será una buena ocasión para ese reencuentro con el material humilde y amistoso, con el libro de siempre, con el de hoy y el de hace un siglo. En todos ellos están las palabras sumidas, expectantes, palpitando por salir… Libros que aparecen Me he fijado en los libros que tratan de temas locales, que estudian y analizan con detalle pueblos, edificios, temas del pasado alcarreño. No puedo hablar de un libro que he escrito recientemente (y del que hoy firmaré ejemplares), porque ya lo han hecho otros, y en estas mismas páginas. Mil gracias por vuestros comentarios, amigos López de los Mozos y García de Paz. Entre los que aparecen ahora, está una curiosa visión de Valdesaz y de su santo patrón, San Macario. Es un hijo del […]