El pasado sábado 19 de septiembre fallecía en Madrid uno de los más activos estudiosos de la Historia Antigua en Guadalajara. Director que fue del Museo Provincial de Bellas Artes, iniciador de las excavaciones modernas en Recópolis y autoridad mundial en musivaria romana, una cruel y rápida enfermedad nos ha privado de su autoridad y amistad. Me toca hoy recordarle, en su persona y en su obra, y lamentar con toda la provincia su pérdida. Aún me parece oir la voz del joven Dimas (no tendría entonces más de 25-26 años..) cuando todo eufórico me saludó al entrar yo en la sala principal del Museo Provincial de Bellas Artes, inaugurado un par de años antes (1974) en las salas bajas del palacio del Infantado. Era el nuevo director, el primero que tenía la institución que pretendía dinamizar la vida cultural en Guadalajara. Su directora interina, doña Juana Quílez, había pedido que en el Ministerio se dieran prisa por adjudicar la plaza de director que pocos meses antes se había convocado (eran otros tiempos, en los que había oposiciones a puestos oficiales todos los años), y en esas llegó, cargado de juventud y de nuevas ideas, Dimas Fernández-Galiano Ruiz, con quien desde ese primer día mantuve una entrañable amistad, hasta que esta se ha roto con la pérdida de su vida. Arqueólogo profesional Era una “rara avis” en el mundo cultural de Guadalajara, tan joven y tan dinámico, este nuevo director del Museo. Captado enseguida por la Institución Provincial de Cultura “Marqués de Santillana” para presidir su sección de Arqueología, juntos nos pusimos a hacer cosas, entre ellas la de crear la Revista “Wad-Al-Hayara” en la que desde casi el comienzo fueron apareciendo todos los años los trabajos de este autor, referidos a los hallazgos que empezó a hacer por castros y necrópolis del área seguntina. Su actividad gestora le llevó a conseguir, de inicio, y tras crrear el Plan de Excavaciones Arqueológicas, una serie de fondos y capacidades para iniciar las excavaciones metódicas en Recópolis, que desde los años (década de los cuarenta) de Juan Cabré estaban paralizadas. Parecía que tras el hallazgo del tesorillo de trientes visigóticos, que don Juan encontró el segundo día de sus excavaciones (porque sabía perfectamente a qué iba) nada nuevo podría aparecer en el contexto. Pero Dimas asumió la parte más pesada y menos brillante del trabajo subsiguiente, concretamente el que haría excavar palacio, […]