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Maestros montañeses en la tierra de Guadalajara

Muchas de las iglesias levantadas en siglos pasados por los pueblos de Guadalajara, fueron diseñadas y construidas por artistas, arquitectos y canteros venidos de Cantabria. Es sorprendente ver cuántos, y de qué calidad, fueron todos ellos. Aquí repasamos sus nombres y sus obras, porque seguro que a muchos lectores interesan estos datos. De los numerosos estudios que se han realizado hasta ahora sobre canteros y maestros venidos de la Montaña santanderina a las mesetas castellanas, destacaría uno fundamental, la tesis de licenciatura de Begoña Alonso Ruiz, titulada “El arte de la cantería. Los maestros trasmeranos de la Junta de Voto”, publicada en 1999 por la Universidad de Cantabria. Mucho antes, el historiador F. Sojo y Lomba, en 1935, publicó su estudio sobre “Los maestros de Trasmiera”, y ya más en concreto sobre Guadalajara la intervención de M.A. Muñoz Jiménez titulada “Maestros de obra montañeses en la provincia de Guadalajara” y publicada en la Revista “Altamira” en el número XLIV fue fundamental. También son de gran interés los datos, escuetos, pero significativos, que Pedro Ruiz Ateca aporta en sus estudios sobre el mismo tema en la página web www.juntadevoto.com. Y más recientemente, en obra capital para conocer el arte de nuestra provincia, el estudio en dos tomos titulado “La arquitectura barroca en la antigua diócesis de Sigüenza” firmada por don Juan Antonio Marco Martínez. De todos estos elementos proceden, muy resumidos, los datos que aporto a mis lectores esta semana. La Trasmiera es una comarca de la Montaña Santanderina, que se extiende en torno al río Miera, al este de la bahía de Santander. Es un país a medias marítimo a medias continental, formado por abruptas montañas y ondulantes prados siempre verdes. Aislados de los límites del poder, en la Edad Media sus habitantes no tenían más opción que emigrar a la Castilla central, a buscarse la vida. Eso hicieron muchos canteros, especialistas de la talla de piedra que progresivamente aprendieron todas las técnicas de construcción y llegaron a ser afamados arquitectos y maestros de obra. Su escuela, la propia familia, los vecinos, el grupo muy cerrado que en forma de “cuadrillas” o de “partidas” se animaban, se ayudaban y se colocaban en todas partes. Quizás el famoso de estos cántabros arquitectos fue Juan de Herrera, a quien el rey Felipe II le nombró su arquitecto real y le encargó la construcción del monasterio de El Escorial. Pero a través de […]