Los Escritos de Herrera Casado Rotating Header Image

jose de juan-garcia ruiz

En el centenario de Pepe de Juan

El próximo miércoles, 1 de abril, hubiera cumplido –de haber seguido vivo- nada menos que cien años quien fuera nuestro director, en “Nueva Alcarria”, mucho tiempo. José de Juan-García Ruiz. De quien esta cabecera guardará siempre el mejor recuerdo, como periodista, como persona, y como amigo. En Guadalajara nació, un 1 de abril de 1915, quien fuera un niño soñador y tímido, descubridor de las mil maravillas que por entonces tenía la Calle Mayor y atrevido viajero por las cercanías del Cerro del Pimiento, el Alamín arriba y hasta los Mandambriles. Un niño que fue a estudiar al Instituto de Enseñanza Media, ocupante del viejo palacio renacentista de don Antonio de Mendoza, luego convento de la Piedad, y por entonces recién restaurado por Ricardo Velázquez, quien le puso a los muros de su patio una colección colorista de azulejos sevillanos, y en el centro le plantó una enhiesta palmera que sirvió para que los estudiantes de entonces pensaran aún más en la Andalucía recoleta y sonora de los versos que iba escribiendo Antonio Machado, y que unos a otros se pasaban, admirados de aquella belleza palabraria: muchos de aquellos estudiantes, de principios del siglo, vendrían a rendirse luego a los pies de la musa Talía que viene a ser la clásica patrona de la poesía bucólica, además –como todos saben- de la comedia y el teatro. En 1933, en un concurso que organizó la Asociación de Estudiantes de Guadalajara (con su sede en el Instituto de la Calle Museo) quedaron finalistas tres adolescentes, que presentaron sus trabajos con seudónimo. Y el jurado, una vez leídos, declaró ganador del primer premio a un tal Antonio Buero Vallejo; del segundo a José de Juan-García Ruiz, y del tercero a Miguel Alonso Calvo (que luego sería conocido como Ramón de Garciasol). ¡Vaya trío de plumas! Y eran los alumnos… el ambiente en el Instituto de Guadalajara, en aquella época, muchos lo han dicho, era de un gran nivel literario. Una vida dedicada a la enseñanza y el periodismo José de Juan-García estudió, tras su bachillerato, en la Escuela Normal de Magisterio, la que estaba en el viejo caserón que había sido convento de frailes de San Juan de Dios, y aún antes corrala de teatros y comedias, en la parte baja de la ciudad amurallada. Muy joven aún le pilló la guerra, y después de ella entró a trabajar como maestro, encargándose de […]