En los últimos días del pasado mes de septiembre, la altiplianicie molinesa, la que está a los pies de la Sierra de Caldereros, se vió invadida por un auténtico ejército de cámaras, vehículos, mamparas, micrófonos y estandartes: el objetivo era tomar películas a la máxima calidad y empeño del castillo de Zafra y su entorno, para hacerle figurar en una de las entregas de la universalmente conocida serie de Televisión “Juego de Tronos”. Sobre el páramo de Molina existen un número abundante de fortalezas medievales. Puestas estratégicamente por sus primitivos señores, los condes de Lara, unas veces como defensa del territorio, en sus fronteras, y otras como lugares de habitación, de residencia habitual o de descanso. Una de estas fortalezas, antigua como la historia del hombre, pero reedificada y acondicionada por los señores de Molina, es la de Zafra. Aunque a veces, en determinadas épocas húmedas del año, es difícil llegar hasta el pie de este castillo, quien consigue ponerse frente a él queda siempre sorprendido de lo bellísimo de su estampa, de la ferocidad que sus rocas y sus muros, sus almenas y especialmente su torreón valiente muestran ante el espectador atónito. La antigüedad de Zafra es mucha. Para Sanz Polo, su dueño desde 1972, y enamorado de esas viejas piedras hasta el punto de haberse dejado en ellas y en su reconstrucción toda su fortuna, quien realizó a lo largo de los años una serie de interesantes descubrimientos, no existía duda en achacarle la edad que tenga el hombre sobre estos altos términos molineses. Algo de historia La cultura del bronce y la del hierro han dejado sus huellas en algunos elementos, como restos de cerámicas, hallados en algunas cavidades de la roca, y en las proximidades del castro. Ello hace incuestionable la afirmación de que ya utilizaron esta atalaya rocosa los celtíberos que desde varios siglos antes de nuestra Era poblaron densamente las tierras de la orilla izquierda del Ebro. Pero además es seguro que los romanos se sirvieron de este punto fuerte sobre la paramera molinesa, pues en el espacio central o patio de armas de la fortaleza, se han encontrado excavando algunos elementos constructivos que dicen sin duda que también los invasores lacios tuvieron aquí un punto fuerte. De forma similar, y siempre por vestigios mínimos, inteligentemente interpretados por su excavador y propietario, podemos afirmar que los visigodos y los árabes ocuparon esta fortaleza. Los […]