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cronistas provinciales de guadalajara

Cinco Cronistas Provinciales

Aunque parezcan salidos, la mayoría de ellos, de antiguos anaqueles cubiertos de polvo, yo creo que la esencia de la figura que encarnan sigue siendo la misma, porque tras ella late la querencia del terruño, la pasión por saber, el empeño por divulgar y proteger. Cinco cronistas provinciales, entre los que me cuentan, y su obra. Hay para leer un rato, y ejercer el sano deporte de aprender cosas nuevas. Pasados los siglos (hay quien dice que oscuros) de la Edad Media, del teocentrismo y de la razón unánime del imperio monárquico, en los que la memoria histórica era dictada por una serie de Cronistas a sueldo de los reyes y de los magnates (¿alguien se acuerda de Alonso de Palencia, de  Bernal Díaz del Castillo, o de Hernando Pecha?), llegaron los tiempos del liberalismo y las reformas, y en una de esas (a mediados del siglo XIX) se creó la figura del Cronista Provincial, que sería nombrado, con carácter vitalicio, y sin remuneración alguna, por la respectiva Diputación Provincial, para que, ocupando el espectro de los antiguos cronistas reales, dieran fe en sus escritos, indagaciones, libros y comunicaciones, de lo que aconteciera en la provincia respectiva, haciendo historia de ella, defendiendo sus raíces y valores. La Diputación de Guadalajara hizo su primer nombramiento de Cronista en 1875 (pronto se cumplirá el siglo y medio de ello) y lo hizo en la persona de don Juan-Catalina García López, un alcarreño que vivía en Madrid, donde ocupó puestos de responsabilidad en el Museo Arqueológico Nacional, y en la Universidad Central, ocupándose de numismática, bibliografía y saberes arqueológicos varios. Escribió algunos libros, en los que expuso con brillantez sus hondos saberes, fruto de una investigación permanente, vital, en Bibliotecas y Archivos, de tal manera que uno de sus frutos fue la gran obra “Biblioteca de Escritores de la provincia de Guadalajara y bibliografía de la misma hasta el siglo XIX” obra premiada en el Concurso Público de la Biblioteca Nacional en 1897 y luego impresa, al año siguiente, por cuenta del Estado, en la Imprenta de Ribadeneira. Una joya difícil hoy de encontrar. Además publicó “El libro de la provincia de Guadalajara”, más un rasgo histórico de la Virgen de la Antigua, un ensayo de Tipografía Complutense, los Aumentos a las “Relaciones Topográficas de Felipe II” donde se encuentra la raíz de la historia de muchos de nuestros pueblos, y el crucial […]