En estos días aparece un libro, que va a ser presentado precisamente esta tarde, en el Palacio del Infantado, en el que se nos dan noticias importantes, por lo novedosas, de uno de los personajes que, siempre a caballo entre la historia y la leyenda, ha sido venerado en Guadalajara como héroe y conquistador. El libro, que va firmado por Plácido Ballesteros San José, se encarga de sacar a don Alvar Fáñez de Minaya de la Leyenda, poniéndole casa en la Historia. Y lo primero que hace es quitarle el apelativo, y dejarle en Fáñez sin más. Lo del Minaya, al parecer, era un complemento cariñoso que equivalía a “mi hermano” o algo así, utilizado entre amigos en la Castilla medieval. Una buena dosis de estudio y meditación sobre los documentos (el único y el más seguro camino para la investigación en Historia) permiten a Plácido Ballesteros entregarnos, a través de las líneas de su apasionante estudio, la figura de un nuevo personaje, que solo hereda del anterior su aura de caballero esforzado y valiente, de político tenaz y gestor consciente de las tareas que su monarca le había asignado. Y que no eran otras que las de dirigir las huestes de su ejército, y, cuando ya muerto el rey Alfonso VI, y la nación se entregó a una anarquía en la que nadie sabía quien mandaba, Alvar Fáñez se encargó de la tarea más dura y capital, la de defender el reino, y en especial su capital, Toledo, del enemigo islámico que apuntaba a reconquistarla: durante los años 1109 a 1114, Alvar Fáñez fue el capitán general del ejército castellano en la defensa de la línea del Tajo y de Toledo frente al poder almorávide comandado por Alí Ben Yusuf. Una biografía clara y lineal Nacido en una familia de infanzones de la Bureba, concretamente en el valle de Orbaneja, perteneció a la familia de los Fáñez, y casó con Mayor Pérez, hija del conde Pedro Ansúrez, uno de los más firmes apoyos en Castilla de la monarquía. Su infancia la vivió sabiendo de los conflictos surgidos entre los hijos del rey de León Fernando el primero, los cuales fueron sucesivamente anulados (García preso de por vida, Sancho asesinado en el cerco de Zamora, y Urraca y Elisa de figurantes en corte) por el más fuerte de todos, Alfonso el sexto, quien gobernaría una nación fuerte y unida durante […]
alvar fañez de minaya
En el centenario de su muerte. En recuerdo de Alvar Fáñez de Minaya
Una noticia adelantada: el 17 de mayo, en la Plaza Mayor, a la una de la tarde, habrá otro recuerdo señalado a este personaje que forma parte de nuestra historia y se levanta sobre sus más entrañables leyendas. De todos es conocido el escudo de la ciudad de Guadalajara. Aparece en él una ciudad fuerte, amurallada, con torres y banderolas en su interior. La cubre el estrellado cielo de la noche. Ante ella, un caballero fuertemente armado, con bandera al viento, y tras él un reducido ejército. La explicación tradicional es que la escena representa la conquista de la ciudad por Alvar Fáñez de Minaya y su mesnada cristiana durante la noche del 24 de junio de 1085. Y aunque no es éste realmente el significado cierto y primitivo del escudo, heredero hoy de sucesivas leyendas, sí es un claro exponente de la tradición que encarnó siempre en nuestra ciudad el guerrero castellano Alvar Fáñez de Minaya, compañero del Cid, y autor de una importante tarea reconquistadora y repobladora en la Transierra de Castilla, concretamente en la comarca de la Alcarria. En estos días del inicio de abril de 2014, se cumplen los 900 años de su muerte, que ocurrió en la ciudad de Segovia, y de forma imprevista, pues él andaba aún fuerte y activo, protagonista de batallas y algaradas. Su vida inquieta En unas breves pinceladas veremos la evolución de su vida. Era Alvar Fáñez un miembro más de la familia del Cid, Rodrigo Díaz de Vivar. Dicen que el sobrenombre que lleva, Minaya, viene del posesivo castellano “mi” y del sustantivo euskera “anai” (mi hermano). Más concretamente parece que fue sobrino del cid, por parte de la mujer del burgalés. Por lo tanto, algo más joven que éste desde su infancia también, formó parte de la casa y luego mesnada del Campeador. Y siempre le veremos, por más joven y valeroso, si cabe, junto al héroe castellano, codo con codo en las batallas, unidos en la desgracia y el destierro, en la conquista y el éxito. Será precisamente el «Cantar del Mío Cid», la gesta poética y heroica de Castilla, la que mayor cantidad de datos y mejor perfil humano de Alvar Fáñez nos aporten. Otros detalles proceden de los documentos históricos que, en escaso número, nos hablan de su peripecia vital y de sus cargos. Finalmente, la tradición prendida en las consejas y decires del pueblo, […]