En todas partes donde hay ríos se ven puentes, obligadamente. En la Antigüedad, los ríos eran las verdaderas fronteras, los límites tangibles de las naciones. Porque con un burro y tus propias piernas, podías cruzar cordilleras, por altas que fuesen, pero un río, sin una barca en que montarte, era imposible cruzar. En los puentes se puso, además de la frontera, el uso que más fortuna ha hecho entre los humanos: el cobro de impuestos por parte de la autoridad que gobierna el puente. En la parte de Castilla en que vivimos, la ahora denominada Castilla la Mancha, y que cubre la meseta inferior de Castilla hasta el Tajo y la Mancha, hay pocos ríos, es una tierra más bien seca. Así y todo, especialmente en la cabecera de sus cuencas hidrográficas, y especialmente enla del Tajo, llueve bastante y de ella salen muchos ríos. Las actuales provincias de Guadalajara y Cuenca son, por tanto, las que más puentes tienen. Vamos a viajar por las cinco provincias, y destacar al menos un puente en cada una de ellas.