Atanzón, blanco de cereales
Está la meseta de la Alcarria blanca ya, pero de cereales recogidos. Hace pocas fechas, cuando se alzaron los viajeros, pasadas las cuestas de Iriépal y Centenera desde Guadalajara, hasta la llanura de Atanzón, aún oscilaba el horizonte entre el amarillo oscuro del trigo y el cano plata de la cebada. El sol, ardiente…