Palmira, la joya del desierto
Hace rato que ya ha amanecido. El sol, violento, choca contra las peladas montañas que rodean la ciudad de Damasco. Ni un árbol en ellas, solamente tierra parda, reflejos amarillentos, un polvo leve que baila sobre las planas azoteas de los suburbios. La capital de Siria, con tres millones de habitantes, es un pequeño…