Ángel Blanco, azul y ardiente
Publicado en Nueva Alcarria, 8 marzo 1968 Hacía años que un tal Miguel Ángel Asturias volaba sobre el Atlántico. Que se consumía, sobre las tierras ardientes del quetzal, sobre el silencio de la planicie, volando. Que, ángel delgado, inconcebible, albo ‑como los ángeles, olvidado de la noche‑ decía una palabra, sólo una, con el placer…