El libro “Viaje a la Alcarria” escrito por Camilo José Cela durante el año 1946, tras su periplo real, caminero y averiguador, fue publicado al año siguiente, y desde entonces ha sido uno de los libros más conmemorados que se conocen. Un libro que todos hemos releído de vez en cuando, y en cuyas conmemoraciones nos hemos encontrado, de una u otra manera. Una de esas aventuras conmemorativas, y quizás la primera, fue la que en 1972 se hizo, organizada por la Excmª Diputación Provincial de Guadalajara, presidida a la sazón por don Mariano Colmenar Huerta, para conmemorar, no ya el viaje, sino la publicación del libro. Hacía entonces 25 años de esa primera publicación, y la Diputación, que entonces contaba con un numeroso y entusiasta grupo de colaboradores culturales, se lanzó a memorar la obra celiana, con una serie apretada e interesante de actos, a los que se me ocurrió darle forma de crónica, que salió publicada en el semanario “Nueva Alcarria” de Guadalajara, a lo largo del mes de Octubre de ese año. Los actos y viaje conmemorativo, se prepararon para los días 6 y 7 de octubre que eran viernes y sábado, respectivamente. Previamente, gentes que llevaban años laborando por la cultura, en Guadalajara, como eran Angel Montero Herreros, Manuel Revuelta, Miguel Lezcano, José Antonio Suárez de Puga, Rodríguez Villasante, Luis Rodrigo, y otros varios, se movieron en la preparación de la cena, las conferencias, el paseo por la provincia, la realización y colocación de las placas conmemorativas, y el encuentro con el autor, a quien se le trajo desde Palma de Mallorca, donde entonces residía. De aquel viaje, que realicé junto a la comitiva oficial, pero por mi cuenta, y a lomos de un recién estrenado automóvil marca Seat modelo 600 E, guardé recuerdos, fotografías y amistades. Tan a lo libre como yo iban José Ramón López de los Mozos, Andrés Aberasturi, Jesús Campoamor, Dámaso Santos, Molleda, Javier Sanz Boixareu, Santiago de Luxán, y Alfredo Villaverde Gil. Contaba el evento con la presencia de quien ya entonces era una figura consolidada de la fotografía, presidente de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara, incansable en su trabajo de retratar la realidad de nuestra tierra: Santiago Bernal Gutiérrez, quien en calidad de fotógrafo oficial iba, y por lo tanto con capacidad para decirle al futuro Nobel donde y cómo tenía que ponerse para sacar las fotografías con mejor perspectiva. […]