La huella viva del Cardenal Mendoza

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Herrera Casado, Antonio: “La huella viva del Cardenal Mendoza”. Aache Ediciones. Guadalajara, 1995. 80 páginas, gráficos en color. ISBN 84-87743-64-1. PVP: 6 €.

Con motivo de celebrarse el quinto centenario de la muerte del Cardenal de España, don Pedro González de Mendoza, figura histórica de gran relieve en la historia de Castilla, en 1995 escribió Antonio Herrera esta breve y condensada biografía del personaje, con una intención divulgadora, ya que hasta entonces apenas había sido conocido de eruditos e investigadores.

Posteriormente, la figura del gran Cardenal don Pedro González de Mendoza ha desbordado estos niveles bibliográficos, pasando a ocupar espacios televisivos y derramando su imagen (idealizada y denostada a un tiempo) en series como “Aguila Roja” e “Isabel”. Sin embargo, la sencilleza de su memoria queda fielmente reflejada en este libro, que está centrado, además, en la obra que dejó tras sí este personaje.

En este sentido, el autor se dedica a evocar y estudiar los edificios que el Cardenal mandó construir, como su propio palacio, frente a la iglesia de Santa María en Guadalajara, del que Herrera aporta mucha información, documentación y planos, así como del castillo de Jadraque, levantado a su impulso como palacio renacentista, o el castillo de Pioz, también elevado con intenciones palaciegas, más los monasteiros de Sopetrán y de San Francisco, que personalmente siguió en sus etapas constructivas, y por supuesto la Universidad de Sigüenza, en su primitivo emplazamiento al otro lado del río, o el colegio de Santa Cruz en Valladolid, la iglesia de la Santa Cruz en Roma, el Hospital de la Santa Cruz en Toledo, y las obras de cerramiento de bóvedas en la catedral de Sigüenza, más el coro central y el púlpito de la Epístola.

En todos esos elementos artísticos, y en otros muchos que el autor cita y repasa someramente, queda tallada la “huella viva” del Cardenal Mendoza, de la que este librito es un testigo excepcional, una cartilla amable que nos lleva, como en un viaje idealizado, por los lugares en los que transcurrió la vida de don Pedro González de Mendoza, y a los que él también dio vida con su impulso, sus dineros y sobre todo con sus ideas avanzadas para la época, pues en ese conjunto de edificios podemos evidencia que el Renacimiento en España llegó a través de ese impulso decididio, de autores y de formas, coordinado por el Cardenal Mendoza.

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