Un viaje a La Mierla
En la tarde fría, húmeda, olorosa a hojas secas, a inquietas pisadas del viento sobre los carrascales, o a ignota fogata en un navazo arcilloso, decide el viajero subirse a las sierras, ir a dar un vistazo por terrenos poco frecuentes, por veredas no vistas y que seguro encierran sorpresas. Y así llega a…