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ferrero boya

Este año no hay Feria del Libro

Hoy hubiera sido uno de los varios días, luminosos y rientes, de la Feria del Libro de Primavera de Guadalajara. Polémicas y declaraciones, cartas y reuniones, malentendidos y al final una incuestionable falta de voluntad política, la decisión final sobre la Feria se ha sentenciado: el 2015 se queda sin ella. Y así de sencillo ha sido el tema. El Ayuntamiento de Guadalajara, su equipo de gobierno, ha decidido finalmente no celebrar la Feria del Libro. Empeñado el Equipo de Gobierno en ponerla en la Plaza Mayor, finalmente no se ha celebrado. Los libreros, y la mayoría de la población según se ha manifestado en una amplia encuesta, la prefieren en La Concordia. Pero esa voluntad popular, claramente manifestada, no se ha escuchado. En estos días que la Feria hubiera ocupado, con sus casetas, recitales, presentaciones y firmas de famosos, los umbríos laterales del paseo de entrada a la Concordia, entre otros muchos se hubieran presentado a los lectores, que de en año en año esperan novedades, algunos libros que considero de interés comentar aquí. Uno con la historia de un pueblo cercano, Aldeanueva de Guadalajara, cuyo templo parroquial es ejemplo extraordinario del románico mudéjar; otro sobre Huertapelayo, el pueblecito del Alto Tajo que guarda sorpresas de Naturaleza en todos sus rincones. Otro aún sobre cocina (la de los dulces tradicionales) guadalajareña, y finalmente el esperado libro sobre “La Concordia”, que hubiera encontrado su lugar natural para su presentación. De Aldeanueva de Guadalajara puedo decir que, finalmente, el libro se presentó el pasado viernes 1º de mayo en el propio pueblo. En el local de “El Granero”, y que sirvió para amenizar una tarde de primavera en la cercana población. El libro ha sido escrito por el abogado don Mariano Rueda Juan, autor de otras historias locales, y persona que sabe moverse en archivos y largas relaciones antiguas. Una de ellas, que protagoniza entero un capítulo de la obra, hace alusión al pleito que durante el siglo XVIII enfrentó a las poblaciones de Atanzón y Aldeanueva por el uso y aprovechamiento de los terrenos que antiguamente formaron el ya extinguido pueblo de Centenera de Suso (del que hoy quedan evidentes ruinas en lo alto de la orilla izquierda del arroyo Matayeguas, y al que se llama popularmente San Marcos), y que la sentencia final, dictada en la Real Chancillería de Valladolid, en 1754, decía que “FALLAMOS atento a los autos […]