Orfebrería de Guadalajara. Aache Ediciones. Colección “Tierra de Guadalajara” nº 118. 264 páginas, muchas ilustraciones. Autor: Dr. Antonio Herrera Casado
Tuve una época, en torno a los años 70/80 del siglo XX, en que recorrí los pueblos de Guadalajara, una vez más, con el objetivo de ver, de estudiar, de fotografiar y analizar las piezas de arte de la orfebrería de cada lugar. Fui recibido en todos los lugares con la amabilidad que la gente rural manifiesta, y me enseñaron piezas que luego sé que no han vuelto a verse, porque las tienen tan guardadas, que muchas veces ni el cura párroco sabe que existen o puede encontrar la forma de verlas y usarlas.
El siglo XVI, la época del gran Renacimiento en Castilla, es un momento en que todo brilla y se expande. Llega tanta plata de América, que todos los pueblos quieren tener sus símbolos religiosos hechos en ese material, a cada cual más grande, más rico, más espectacular. Y se lo encargan a los orfebres de mayor fama y sapiencia. De esa forma, nacen grandes talleres de orfebres y plateros en ciudades como Sigüenza, Guadalajara y Pastrana, además de venir otras piezas de talleres cercanos muy productivos también (Alcalá de Henares, Segovia, Toledo…)
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No quería que este trabajo enorme quedara desconocido. No lo hubiera sido, porque en la Revista Wad-al-hayara, del año 1977, apareció un trabajo de 100 páginas reuniendo buena parte de los hallazgos. Pero ahora he conseguido reunir más piezas, más autores, más referencias y documentación, y así ha nacido este libro que –a pesar de no ser completo– sí que viene a dar al lector una imagen muy concreta: la de la riqueza y la importancia de esta parte de nuestro patrimonio provincial. Un patrimonio mueble que en una pequeña parte se conserva donde debería estar todo el conjunto: en los Museos, como son los de la villa de Atienza, el Diocesano de Sigüenza, y el nuevo parroquial de Mondéjar. Sin embargo, muchas otras piezas excepcionales se conservan, a veces troceadas, en domicilios de vecinos, en sacristías poco seguras, y en cajas fuertes. La belleza de la orfebrería renacentista de Guadalajara merecía este estudio, este libro, y la admiración universal.