Música sacra en Sigüenza

viernes, 2 diciembre 2011 1 Por Herrera Casado

El nuevo órgano de San Pascual en la catedral de Sigüenza fue inaugurado el 26 de Noviembre de 2011

El pasado sábado 26 de Noviembre, fue un día grande para el patrimonio provincial: no todos los días se inaugura un órgano catedralicio, y más concretamente en el templo mayor de Sigüenza. A lo largo de la historia, ese hecho se ha dado como mucho en dos o tres ocasiones. Ahora las veremos.

Pero la tarde del pásado sábado fue especialmente emotiva por varias cosas: el rito y la música se juntaron en una jornada en la que se inauguró el nuevo órgano de San Pascual, por la generosidad de unos donantes con raíces en Sigüenza, concretamente don Gaudencio García y su esposa doña Felisa Hernando. El obispo don Atilano Rodríguez bendijo con su potente voz de bajo el instrumento sonoro. Las autoridades (las justas) que asistieron al acto fueron José Manuel Latre, alcalde de la ciudad, y sus concejales, más la presidenta de la Diputación provincial, doña Ana Guarinos. Y todos los canónigos, los seguntinos que aman su catedral y algunos alcarreños varios.

La historia de los órganos catedralicios

Nadie podrá negar que la liturgia ha sido siempre un gran motor del arte. En el caso concreto de la música, toda Europa ha reconocido que la música sacra, más quizás incluso con los protestantes que con los católicos, ha supuesto uno de los grandes tomos de la música clásica, de la hermosa sucesión de los sonidos. Johan Sebastián Bach, Telleman y Palestrina, más los españoles, ingleses e italianos, han contribuido con miles de piezas a dar cuerpo a esa parcela del arte.

Los órganos de los templos han sido los protagonistas de tantas horas mágicas, como el sábado pasado ocurrió en Sigüenza, cuando el aire frío que se movía desde las bóvedas abajo, vibraba entre las piedras y los altares.

La catedral de Sigüenza ha tenido siempre tres órganos. El grande o mayor, que aún continúa en su sitio, desde hace muchos siglos; el pequeño o de San Pascual, que fue el que se inauguró la semana pasada, y el realejo, organillo o portátil, que andaba siempre de aquí para allá, donde se le necesitara.

El órgano grande de la catedral de Sigüenza se encuentra situado en el primer arco del muro del Evangelio, en el coro catedralicio. Es tan grande, que extiende el sistema de 5 campos con 2 torreones flanqueando el campo central, y 7 pequeños campos de tubos mudos que agrandan la caja por la parte superior. Está muy ornamentado con estilo barroco, y va todo dorado y jaspeado. La caja de este órganola hizo Juan de Arauz, “maestro de arquitectura y talla”, un gran artista de la época gloriosa de Sigüenza, quien lo produjo en 1700. Una vez hecha la caja, que aún hoy vemos, albergó dentro hasta tres órganos [musicales] sucesivos.

El primero de ellos y más importante fue el que construyó Domingo de Mendoza, un organero célebre que hizo también el de la Colegiata de Pastrana, y que residía en la Corte: era un gran organero barroco. Fue un regalo, este órgano, que al Cabildo hizo el obispo Francisco Alvarez de Quiñones, nada más llegar a ocupar la silla seguntina.

A lo largo del tiempo, numerosos organeros intervinieron en arreglar y afinar y aún reformar este órgano grande. Entre ellos, a mediados del siglo XVIII, el organero de Tendilla Francisco Martínez. Muy viejo el instrumento, tras la guerra civil hubo que restaurarlo por completo, cosa que se consiguió gracias ala Diputación Provincialde Guadalajara.

El órgano pequeño estaba sobre la parte alta del muro de la Epístola también en el coro. Ahí existió órgano desde 1523 en que lo construyó Cristóbal Cortijo, de Toledo. Muy estropeado ya, en 1700 cuando se hizo el grande intervino sobre el pequeño también Domingo de Mendoza. Pero luego estropeado otra vez, en 1749 se hizo otro totalmente nuevo: lo construyó en este caso el organero residente en Cogolludo, Joseph Loytegui, diseñando la caja el tallista seguntino Ignacio Martínez, y ejecutándolo materialmente los carpinteros, “maestros de arquitectura y talla”, residentes en Medinaceli, Diego Yánez y Roque Lizaun.

Todas estas noticias las tomo de quien más sabe de órganos, de su estructura y de su historia, y de sacarles a sus teclados maravillosas melodías: de don Juan Antonio Marco Martínez, que es actualmente canónigo en la SICB de Sigüenza, ocupando en esa institución el cargo de canónigo organista, y que escribió en 1990 un libro titulado “El órgano histórico en la provincia de Guadalajara” con el que inauguró su obra literaria y de investigación histórica sobre el patrimonio artístico religioso de nuestra provincia. Este sacerdote fue quien interpretó el concierto inaugural, con obras de Josef de Arce, Cabanilles, Walter, Mendelsohn y Bach, el día 26 de Noviembre.

El órgano de San Pascual

Como he dicho más arriba, este segundo órgano, “pequeño” se le llamó siempre, o de “San Pascual” por estar encima de una capilleja dedicada a este santo de la diócesis en la nave de la epístola catedralicia, se puso a comienzos del siglo XVI y se renovó totalmente, en caja y elementos sonantes, a mediados del siglo XVIII. Mal que bien aguantó hasta los días dela Guerra Civil, en los que cayó desguazado para siempre, habiendo estado el muro que lo cobijó vacío desde 1937 hasta hace un par de meses.

En su recuperación se han aliado algunas personas y circunstancias que conviene que queden reflejadas aquí para perenne recuerdo. El matrimonio integrado por D. Gaudencio García y Dª. Felisa Hernando han sido los donantes de esta obra. Hermano él dela beata TeresadelNiño Jesús y de San Juan de la Cruz (una de las mártires carmelitas que fueron asesinadas en Guadalajara en julio de 1936) y de don Julián García, párroco durante años de la iglesia de San Ginés en nuestra ciudad, añade la circunstancia de ser sobrino de don Florentino García, que fue, en tiempos ya lejanos, canónigo de la catedral seguntina, y formador de ambos religiosos en los temas musicales. Una tradición familiar, que unida a la necesidad de reponer ese órgano perdido y al auténtico amor que a la Iglesia tiene este matrimonio, les ha llevado a costear íntegramente el costo de esta gran obra.

La construcción ha sido llevad a cabo por el Taller de Organería Acitores, de Torquemada (Palencia), donde su director, Federico Acitores, maestro organero de gran prestigio en la España actual, lo ha construido en justos 12 meses. Al exterior –lo vemos en las fotografías adjuntas- ofrece la curiosa forma de un castillo o catedral torreada, como esla seguntina. Formatoraramente visto en este tipo de instrumentos. En cuanto a la sonoridad, delicada y potente, según se necesite, consta de dos teclados y pedalero, tiene 1.388 tubos distribuidos en 25 registros, y su estética sonora se encuadra en el barroquismo más puro de los grandes maestros del siglo XVIII.

La inauguración del órgano

A la inauguración, que fue precedida de una misa solemne en el altar mayor de la catedral, oficiada por el Señor Obispo de Sigüenza-Guadalajara, Excmº ac Rvdmº D. Atilano Rodríguez Martínez, y concelebrada por todo el Capítulo catedralicio, siguió la bendición desde el coro: a las palabras episcopales se sumaron algunas frases latinas, el canto de la Salve, el olor del incienso y la luz rebotante por cúpulas y pilares, concediendo a los asistentes la posibilidad de vivir unos momentos de intensa emoción.

Numerosos seguntinos y seguntinas, muchos de ellos cargos directivos de todas las cofradías y hermandades de la ciudad, que sostenían en sus manos las insignias plateadas de estas antiguas instituciones, ocuparon los sitiales del coro alto, donde también se sentaron autoridades civiles, entre ellas el alcalde de Sigüenza, don José Manuel Latre, con todos sus concejales, y la presidenta de la Excmª Diputación Provincial de Guadalajara, doña Ana Guarinos, así como la Cronista Oficialde la ciudad, profesora doña María del Pilar Martínez Taboada. Por supuesto, el Cabildo al completo y muchos fieles seguntinos y de la provincia confirieron con su presencia una idea de expectación y contento generalizados.

El concierto inaugural estuvo a cargo del canónigo organista, don Juan Antonio Marco Martínez, quien dio pruebas de su maestría en el manejo de los teclados y los registros, yendo a más en cada pieza, culminando con la Sexta Sonatasobre el coral “Vater unser im Himmelreich” de Mendelsohn, y añadiendo la coda alegre de un inicio de Te Deum.

El Sr. Marco es hoy profesor en la especialidad de Piano y profesor superior en las especialidades de Órgano y Solfeo-Teoría de la Música-Transposición-Acompañamiento, habiendo ofrecido recitales en instrumentos tan variados como el pequeño órgano de Morillejo o el gran órgano del Auditorio Nacional de la Música de Madrid. Es además investigador del patrimonio artístico provincial, debiéndosele, entre otros, la autoría de los libros “El órgano histórico en la provincia de Guadalajara”, “El retablo barroco en la diócesis de Sigüenza” y muy recientemente “Fuentelsaz, arte y religiosidad”, un repaso completo y detenido del patrimonio de esa villa molinesa.

Uno de los motivos de haber hecho esta inauguración en estas fechas, es el de haberse celebrado, días pasados, la festividad de Santa Cecilia, mártir y patrona de la música y los músicos. Tallada por Martín de Vandoma en una de las hojas de las puertas de la Sacristía de las Cabezas, la vemos junto a estas líneas con la serenidad que el Renacimiento confiere a sus figuras. Otra prueba de que Sigüenza fue, en siglos pasados, un núcleo fuerte y vivo de artistas, de escritores, de pensadores y tallistas de alto mérito.