Campiñeros famosos: El boticario Juan Rhodes Garrido

viernes, 19 mayo 1989 2 Por Herrera Casado

 

Quisiera hoy traer, a la galería de gentes ilustres que la provincia de Guadalajara ha dado a lo largo de su historia, la figura de un campiñero que destacó en su profesión con singulari­dad y fuerza, haciendo, o tratando siempre de hacer el bien a los demás, y trabajando en su profesión, como se suele decir, «a tope». Se trata de Juan RHODES GARRIDO. Natural de Cabanillas del Campo, donde nació el 27 de enero de 1881, estudió en el Institu­to Brianda de Mendoza de nuestra capital (tantas generaciones ya de famosos!) graduándose de bachiller el 27 de septiembre de 1898, y marchando a estudiar Farmacia en la Universidad Central de Madrid, donde se licenció el 28 de agosto de 1903.

Al terminar la carrera, Rhodes marchó a su pueblo, donde ejerció la profesión durante largos años, siendo inspector farmacéutico municipal (figura administrativa que envolvía a lo que realmente era el «boticario del pueblo»). Pero no paró ahí la actividad de nuestro personaje, pues esa carrera la han llevado muchos otros farmacéuticos a lo largo de los años. Rhodes se dedicó al estímulo de la profesión, y a lo largo de 30 años, hasta la guerra civil aproximadamente, ocupó todos los altos cargos de la profesión que era dado tener: fue Presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Guadalajara, y Presidente de la Unión Farmacéutica Nacional. Así mismo le nombraron Consejero de Sanidad y Consejero del Centro Farmacéutico Nacional. Incluso llegó a ser nombrado, en honor a sus muchos méritos como defensor de la profesión, Presidente honorario de todos los colegios de farmacéuticos de España, lo mismo que de la Asociación de Estu­diantes de Farmacia, siendo al tiempo miembro de muy diversas comisiones encargadas por los gobiernos de la restricción de estupefacientes, seguros de maternidad y múltiples cuestiones relativas a la sanidad y la farmacia. Fué finalmente gerente del Centro Farmacéutico Nacional.

Dedicado también a la política, Rhodes Garrido fué Diputado Provincial por Guadalajara, perteneciendo por nuestra provincia a la Asamblea Nacional, interviniendo siempre en los temas relativos a su profesión. Así mismo, se dedicó con intensi­dad a escribir, haciéndolo en todas la revistas profesionales del momento, y por supuesto en todos los periódicos de la Guadalaja­ra de su época, como «Flores y Abejas», «La Crónica», «La Palan­ca», «Renovación», «El Liberal Arriacense», etc. Su bibliografía completa llenaría varias páginas, pues a lo largo de su vida, especialmente hasta la Guerra Civil, y luego hasta los años cincuenta, no dejó apenas un día que no escribiera algún artículo relativo a la farmacia, a personajes de la profesión, etc.

En definitiva, esta breve semblanza de Juan Rhodes Garrido nos sirve para comprobar que todavía son legión aquellos individuos, y sus menorías, que suponen un punto de referencia y reflexión para las nuevas generaciones. El recuerdo de otros que dedicaron su vida entera al trabajo útil, pudiera ser acicate para cuantos ahora, en este hoy inconstante y fugitivo, pensamos en la necesidad de ponerle a cada día su rótulo y hacer más ancha la colectiva memoria de las cosas.