La ermita sixtina de Valdeaveruelo
La tarde de invierno discurre apacible por los valles, ya verdeantes, de la Campiña. Un pequeño arroyo que baja desde las ondulaciones de la Sierra, se va ensanchando camino del Torote. Ríen los prados y apuntan las yemas de los sauces. El carrascal todavía adusto marca el contrapunto severo. Los viajeros han llegado hasta…