Este año que acaba de concluir, Correos se ha fijado dos veces en nuestra provincia para hacerla, en pequeños fragmentos, protagonista de sus emisiones de timbres postales. En diciembre fue la talla de la Sagrada Familia que de la Roldana se guarda en Museo Provincial de Bellas Artes. Y en marzo fue una estupenda “Hoja-Bloque” en la que aparece la catedral de Sigüenza, en una vista general, con fuertes tonos verdes, y en el sello de 2,84 Euros, dentado y aislado en el centro de la pieza, una vista de la Sacristía de las Cabezas. Todo ello realizado en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre con técnica de huecograbado, dejando a esta pieza como una de las mejores del pasado año, en que los programadores de estos mensajeros de la cultura y la sociedad que son los sellos, plasmaron la memoria de otras dos catedrales del área celtibérica, las de Albarracín y Tarazona, en otras dos hojas bloques con sus sellos. Vemos las tres piezas. La Celtiberia, que es tierra de raíces profundas, y en la que aún vivimos parte de los españoles (digo aún porque es la que sigue desertizándose, y si no se pone remedio llegará el día en que nadie quedará por estos pagos) tuvo siempre una idiosincrasia especial, que la viene sin duda de sus primitivos habitantes, aquellos guerreros y ganaderos que fundaron ciudades estado capaces de enfrentarse al Imperio Romano durante dos siglos. Pereciendo, como es sabido (Numantia, Tithia, Segontia, Termantia…) pero dejando en sus gentes un poso, no solo de características genéticas irrenunciables, sino de personalidad, y de cultura, que aún se manifiestan en artesanías, festividades, construcciones y actitudes. El cristianismo se fraguó sobre la civilización romana, como un movimiento que primero fue de rebelión política y luego quedó cristalizado en una actitud de comportamiento vital y trascendente. En las tierras dela vieja Celtiberia, sobre las que los romanos pasaron como de puntillas, se instaló el cristianismo con fuerza a partir del inicio dela Edad Media.Yen ella se levantaron grandes templos, acumulando en sus figuras e interiores la belleza del arte, la delicadeza de las formas. Esos tres grandes templos son, hoy los recordamos, las catedrales de Albarracín, Tarazona y Sigüenza. La catedral de Albarracín En la hoja bloque aparece la catedral en su conjunto panorámico, y en el sello se ve la torre de las campanas. El edificio y toda la ciudad […]