
Ayer, 23 de abril, hubiéramos celebrado el Día del Libro si el Estado de Alarma no nos hubiera obligado a muchos a quedarnos encerrados en nuestros domicilios. Pero esa obligada retirada física nos ha ayudado también a tener más proximidad con los libros, esos adornos que con diversos colores, lomos dignos y susurradas historias, nos esperan dóciles (algunos, desde hace años!!!) para ser leídos. El Día del Libro, el 23 de abril, que conmemora el fallecimiento del Príncipe de los Ingenios, el alcalaíno Miguel de Cervantes, que en su breve mansión madrileña abandonó el mundo un día antes, del año 1616, ha supuesto siempre una fiesta de encuentros y sorpresas, de tener en las manos un libro, de abrirlo, de leerlo… La fiesta que en Barcelona se celebra en torno a ello, a Sant Jordi, y a las rosas que unos a otras se regalan los barceloneses, es como un eje colorista, ramblero y, sobre todo, económico, que este año va a quedarse atónito y en silencio, porque sigue estando prohibido salir a la calle sin una urgencia explicable. En esta ocasión, y desde hace mucho, se ha dado en reunirse la gente de la cultura en espacios más o menos solemnes, a leer libros clásicos, especialmente el Quijote, y repasar sus ocurrencias y altas calidades, uno a una, para honrar al genio, para paladear sus palabras. Ha habido años en que he participado en lecturas comunes de esta manera, se ha hecho en Bibliotecas, y especialmente, guardo el entrañable recuerdo de haber participado en una lectura comunitaria de “El Libro de Buen Amor” en la villa de Hita, en el espacio abierto de las ruinas de su antigua iglesia de San Pedro, bien abrigados mientras las nubes pasaban deprisa y aguanosas en el entorno del cerro. Este año, el Ayuntamiento ha llevado a cabo otra graciosa iniciativa, que aplaudo y a la que me he sumado contento: crear una sesión virtual con las lecturas que numerosas personas han elegido y grabadas digitalmente han enviado al Ayuntamiento alcarreño para ser proyectadas en redes sociales. Bien por Hita y su Ayuntamiento, que han sido capaces de sortear la suerte y ponerle cara y sonido a este “Día del Libro 2020”. El Arcipreste de Hita y su Libro de Buen Amor Una de las andanzas más sonoras de nuestro idioma, es sin duda ese “Libro de Buen Amor” o recopilación de historias, […]