A propósito de una visita a la localidad de Romancos, en pleno valle del Tajuña, y de ver y estudiar el edificio de su iglesia parroquial, y sobre todo de analizar y ponderar en lo que vale el conjunto escultórico de su coro renacentista, ha sido preciso continuar viaje por otros pueblos de la provincia, desde Sigüenza a Pareja, pasando por Peñalver y Budia, y deteniéndome en muchos otros de la Campiña, del Henares, para poner sobre la mesa otro tema que casi ha pasado desapercibido, pero que al analizarlo ahora, muchos lectores se darán cuenta de que cada esquina del patrimonio provincial tiene un valor, y un significado. Vamos a escuchar ahora los “diálogos en piedra entre santos y paganos”. En muchos templos de nuestra tierra, en las enjutas del arco semicircular que (sirviendo de entrada a la Gloria, a lo Sagrado) oficia de puerta principal, aparecen medallones con bustos, caras, cuerpos enteros, en parejas, en solitario. Unos son evidentemente personajes de la Biblia, normalmente del Nuevo Testamento. Y otros son personajes de la Antigüedad clásica, surgidos de leyendas, de historias, de homilías varias. La mezcla de lo santo y lo profano, de los cristiano y lo pagano, es muy propia del comedio del siglo XVI, cuando ha estallado plenamente la Reforma (Lutero, Calvino, Melachton, Erasmo, los Valdés, Lucena… de un modo u otro) y la jerarquía católica en la Península Ibérica, y en general en la Europa meridional, se prepara para una dura batalla que rematará el Concilio de Trento. Confirmando la ortodoxia romana, pero dejando puertas abiertas a la interpretación y la aceptación de las bondades éticas y morales de los no cristianos, desde los sabios griegos a los médicos islámicos. A modo de ejemplo, simplemente por dar pistas, para que mis lectores cuando viajen se fijen en detalles que tienen un significado hondo y transmiten con fuerza un debate que fue acalorado y pasional hace cinco siglos, refiero los lugares donde se pueden contemplar estos diálogos de piedra entre santos y paganos. La Sacristía de las Cabezas Quizás el más emblemático y espléndido, por arte y por contenido, de esos lugares, sea el Sagrario Mayor, o Sacristía de las Cabezas, de la catedral de Sigüenza, construida a instancias del cabildo catedralicio, y encargado al mejor artífice del momento, Alonso de Covarrubias, en 1535. Este espacio consiste en una gran estancia rectangular, en cuyos lados mayores se […]
neoplatonismo
El coro de Romancos, un discurso humanista
Veíamos la pasada semana cómo por estructura y decoración la iglesia parroquial de Romancos es un ejemplar admirable de la arquitectura religiosa en la Alcarria. Pero dejábamos para otra entrega la descripción y el intento de interpretación de su coro, mejor dicho, de las vigas que, -sacadas de enormes ejemplares de pinos serranos- fueron decoradas minuciosamente tratando de transmitir un mensaje arcano, un mensaje que hoy nos resulta misterioso, cuando a mediados del siglo XVI, cuando se hizo, estaba meridianamente claro para quienes lo veían. (El estudio de esta pieza de arte, hasta ahora no publicada ni analizada por nadie, debería hacerse en otro medio, pero la ausencia (en el momento actual) de revistas especializadas en arte en nuestra provincia y región, me condiciona para su publicación en este semanario de información general) En los pies del templo parroquial de Romancos, un coro alto ocupa la extensión de las tres naves. Se divide en tres espacios, más ancho el central que los laterales. Cada uno de ellos, muestra en su frente una viga tallada, y el central, tiene a su vez cuatro viagas con decoración, que miran al interior del espacio que marcan. La que haría de espalda de la viga central, no tiene ahora decoración. Se dice que en el pueblo que la tuvo, pero que por razones que se ignoran la perdió. En definitiva, el coro de Romancos ofrece un total de seis vigas talladas, tres al frente de la nave, y tres en el interior del tramo central. Trato de mostrar su distribución en el esquema que adjunto, y paso a describir los elementos que aparecen tallados en esos espacios de madera, en un orden que previamente he establecido como más lógico en punto a interpretar luego el contenido de esa decoración, que lógicamente tenía un orden de lectura. La viga central, el cristianismo La primera de las vigas (nº 1 del esquema) es la que soporta el coro en la nave central, y mira hacia la nave, hacia el altar: es la parte noble y capital del conjunto, la que tiene un sentido que irradia su estructura a las otras vigas, y las compromete en su significado. Muestra tres grandes medallones (uno al centro, y dos en los extremos) arropados por figuras quiméricas aladas, con un querube entre ellas, escoltado en ambos lados por parejas de cabezas que a su vez se enfrentan. Un conjunto armónico, […]