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miedes de atienza

Petroglifos en Guadalajara

petroglifos de membrillero

Un vistazo al libro de Óscar Ponce Jimeno en el que descubre el patrimonio de petroglifos que se acumula en las tierra de Guadalajara.

El primer Día [Virtual] de la Sierra de Guadalajara

miedes de atienza

Se rememoran los doce Dias de la Sierra de Guadalajara hasta ahora celebrados, en el momento en que por la pandemia de Coronavirus se ha decidido su No Celebracion en el año 2020. El autor evoca algunos lugares de la Sierra como Hiendelaencina, y Miedes de Atienza.

Miedes en el confín

En estos días en que empezamos a hacer planes para salir por la provincia, a ver paisajes, pueblos y edificios singulares, Miedes capta nuestra atención. Está lejos, “en el confín”, junto a Soria, pero cargada de historia, de patrimonio,… y de cuevas que son de admirar. Las cuevas de Miedes Muchas son las cosas de interés que atesora Miedes, pero a mí quizás lo que más me interesa es el conjunto de cuevas eremíticas que se distribuyen por todo el término. Por eso empiezo hablando de ellas. Javier Ortega acaba de ver publicado un libro de su autoría, titulado “Miedes, un señorío olvidado”, en el que ahonda sobre la historia y el patrimonio de Miedes, mencionando diversos enclaves del término en los que aparecen elementos muy grandes, muy bien tallados y conservados, de cuevas eremíticas. Así, creo que debe resaltarse la que aparece tallada bajo la roca que sostiene la ermita de Santa María del Puente. Está en un altozano, sobre el pequeño valle del río Pajares, en cuyas orillas se abren otras cuevas, como las de El Espinarejo, tres más en Los Villarejos, y otra en Corral García. Similares entre sí, talladas sobre la roca arenisca de los bordes del valle, tienen amplios interiores con bancos, alacenas y capillas. En las rocas, se aprecian inicios de más tallas, que no llegaron a completarse, y un detalle muy revelador, el de los mechinales que aparecen perforados sobre las entradas y más allá, denotando el uso que tuvieron de parapetos, o cabañas construidas a la entrada de la cueva, que vendría a ser como capilla, o residencia de ermitaño. Lo que se evidencia, leyendo este libro de Ortega, y aprendiendo de él, es la enorme base patrimonial, en punto a cuevas y eremitorios de origen visigodo, que existe todavía hoy en este término municipal de Miedes. Ortega Alcaide los refiere con detalle en su reciente libro “Miedes, un señorío olvidado”.  Nos cuenta además, por descripción, y por análisis documental, que en el actual término de Miedes hubo además otros tres pueblos, hoy ya abandonados completamente, que fueron “Santa María de la Puente”, “Torrubia” y “Las Casillas”. Además, por el término se encuentran numerosos enclaves primitivos, quizás castros celtibéricos, poblados visigodos, aldeas medievales…. El “Castro de Perniles” que fue en su origen habitáculo celtibérico, debió tener una vida muy prolongada en los siglos iniciales de nuestra Era, porque aún en época visigoda tenía […]

Memoria de los Trujillo en Miedes de Atienza

Hace pocas fechas, y acabando por aquellas tierras el “Camino de la Lana” que cruza la provincia, pudimos admirar en la plaza mayor de Miedes un par de casonas o antiguos palacios que fueron de los Trujillo. Sus escudos perfectamente tallados, sus leyendas, los nombres en ellos inscritos me hicieron ponerme a buscar el origen y vidas de sus poseedores. Esto es lo que he encontrado. En la plaza mayor de Miedes de Atienza hay dos caserones que ostentan en su frente los escudos de personajes de la familia Trujillo. El origen de la saga está en un individuo que desde su faceta de eclesiástico, llegó a ser nombrado Obispo de la diócesis de León, que regentó durante catorce años (de 1578 a 1592). Rebuscando en la bibliografía, encuentro lo más sustancioso de su vida en la “España Sagrada” del padre Flórez, y exactamente en su volumen 36 (escrito por Manuel Risco) dedicado al “Theatro geográphico-histórico de la Iglesia de León”. Allí se dice que este personaje había nacido donde la familia tenía su feudo y posesiones, en la localidad (hoy soriana, pero entonces perteneciente a la diócesis de Sigüenza) de Cañicera. Abandonado totalmente, hasta su iglesia sin techumbre está en el suelo. Un signo más de esa despoblación cruel que atenaza a la Hispania interior. Él venía de la familia de los Trujillo. De la que dice que “tuvieron mucho ganado del Extremo: mantuvieron casa muy honrada, e mucho gasto con criados e paniaguados, e muchos deudos e amigos que concurrían a su casa, como a tronco de los Trugillos, y casa de rico”. Le dedicaron a los estudios, y así nos dice él mismo en sus memorias que “sus padres se inclinaron a ponerle al estudio, porque de niño salía flaquillo. Y pusiéronme de pequeño el hábito de San Francisco”. Fue a estudiar a Ayllón, y luego a la Universidad de Alcalá, al colegio de San Ildefonso, donde “oyó” Gramática. Tuvo dos primas monjas en Sigüenza, y algún otro pariente eclesiástico. Pero la subida y progreso se lo debió a sí mismo, alcanzando en 1578 el título de Obispo de León, donde realizó tres concilios, elaborando él mismo las conclusiones. Y publicándolas en un libro titulado “Constituciones del obispado de León, hechas por Don Francisco Trugillo corresponde en los signodos de los años de 1580, 1582 y 1583 y otros años”. Con licencia. En Alcalá de Henares en […]