En días pasados, ha publicado la Revista eHumanista, en las páginas 300-320 del volumen 24 (año 2013) de la Universidad de Berkley en California, un interesante artículo firmado por David Arbesú, que bajo el título “Alfonso X el Sabio, Beatriz de Portugal y el sepulcro de doña Mayor Guillén de Guzmán” nos refiere la peripecia de algunos manuscritos del viejo monasterio de Clarisas de Alcocer y, sobre todo, la descripción del monumento funerario de su fundadora, doña Mayor Guillén de Guzmán, perdido en 1936 pero ahora hallado en la memoria escrita de un contrato firmado en el siglo XIII. Una peripecia que merece ser glosada. En Alcocer hoy no encuentra el turista mucho más que un muro solemne y una fachada antigua surmontada de un ventanal gotizante como recuerdo de lo que fue, desde el siglo XVI, convento de monjas Clarisas. Esas monjas que antes habían vivido, desde la Edad Media, en el término de San Miguel, en un altozano a la orilla derecha del río Guadiela. Y que habían sido fundadas por una mujer prototipo de la Edad Media castellana, doña Mayor Guillén de Guzmán, de la que hoy corre más contenido legendario que real por los libros y las epopeyas. De ella y de su tumba vamos a saber hoy algo más. La vida de doña Mayor Guillén Aunque apagada por la distancia insalvable de los siglos, sabemos que doña Mayor Guillén de Guzmán perteneció a la nobleza castellana, pues había nacido (en torno al año 1210) de la estirpe de los Guzmanes, siendo hija de Nuño Guillén de Guzmán y de María González, así como tía del famoso “Guzmán el Bueno”. Frecuentó la corte del rey Fernando III, en la cual surgió como una estrella ante los ojos del heredero adolescente, Alfonso, quien se enamoró perdidamente de ella, posiblemente para toda la vida. Sin casar todavía, tuvieron una hija, Beatriz, que por entrar en los cálculos de la diplomacia peninsular acabó siendo reina de Portugal, y madre de reyes. Pero cuando Alfonso, reinante ya como Alfonso X el Sabio, alcanzó el trono, la corte impuso su matrimonio con doña Violante de Aragón, que no llegó a oficializarse hasta que la novia alcanzó la mayoría de edad legal, en diciembre de 1246. El rey de Castilla, uno de los más excelentes de la lista de nuestros monarcas, llegó a tener numerosos hijos, unos habidos en y otros fuera […]