Hoy hace ocho años que el gobierno de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha me concedió el honor, que me supera, de nombrarme Hijo Predilecto de Castilla-La Mancha. Al parecer lo hicieron por considerar que había empleado una parte considerable de mi tiempo al estudio y divulgación del patrimonio histórico-artístico de la Región. En realidad, ese ha sido uno de mis empeños personales. Me doy por muy satisfecho que así lo hayan reconocido. Por eso hoy quiero -en este nuevo “Día de la Región de Castilla-La Mancha”-, encomiar parte de ese patrimonio, y animar a todos a que lo conozcan, recorriendo sus pueblos, recalando en sus museos. Con esa intención escribí hace años, junto a José María Ferrer, un voluminoso libro que titulamos “Museos de Castilla-La Mancha” y del que hago ahora memoria, porque formó parte de un proyecto que ambos entendimos se sustentaba en el creciente interés de la población por conocer en su dimensión más absoluta el patrimonio heredado de sus antecesores en esta comunidad regional, en este antiguo reino de Toledoal que hoy se han sumado algunas comarcas orientales y territorios serranos, y que ya están enmarcados en un proyecto común de convivencia y de perspectiva unitaria. Tras haber recopilado todo lo más interesante de los castillos, los palacios, las plazas, los ayuntamientos, los monasterios, los rollos y picotas, y los tapices de la Región, nos decidimos ir a sus museos. En los que encontramos un patrimonio sorprendente, numeroso, bello y aleccionador como el que contienen los casi doscientos museos vivos que Castilla-La Mancha tiene abiertos hoy en día. Recogíamos en este libro el denso contenido de estas instituciones, que van desde los clásicos museos arqueológicos y artísticos, esencia de la museística, almacén de piezas que a todos pertenecen por únicas y explicativas de la historia y el arte de un lugar, hasta los museos etnográficos, en los que se recogen piezas de la cultura popular de cada pueblo, elementos de la vida cotidiana de siglos anteriores, y que puede decirse que son muy parecidos, por no decir iguales, en la mayoría de ellos. Pero que suponen la evidencia de un interés plausible por que no se pierda la esencia de un pueblo y de unos modos de vida. Un bloque muy notable lo forman los museos dedicados a figuras literarias ligadas al territorio: Fernando de Rojas, Cervantes, Quevedo, Cela y sus obras, La Celestina (en […]
castilla la mancha
10 Castillos imprescindibles de Castilla La Mancha
Un recorrido por Castilla la Mancha nos ofrece panorámicas de su patrimonio ingente: común a la tierra castellana, son esos edificios, los grandes castillos y alcazabas, los que mantiene su memoria. Una tierra grande, ancha, antigua. Una tierra que hoy vemos luminosa, con viñedos, ciudades monumentales, industrias, juventud que se entrena. Pero Castilla la Mancha es también una tierra de hondas tradiciones, y, sobre todo, un lugar en el mundo donde surgen altos y severos los vestigios de una historia cierta, irrenunciable, cargada de símbolos, certezas y misterios. En ella se alzan (es Castilla… recuerda) los castillos, a docenas. En cualquier recodo del camino surge a lo lejos, en el horizonte, la alzada presencia. Y en llegando se levanta sonoro, poderoso, el oscuro perfil de sus almenas. Los castillos de Castilla la Mancha tienen mucho que decirte, todavía. Atienza. En la parte mas al norte de la tierra castellano-manchega, se alza la villa amurallada y roquera de Atienza, poblada hace miles de años por los celtíberos, bastión luego de los musulmanes, y desde hace siglos ocupada de labriegos que admiraron siempre a sus señores, los reyes castellanos, los condes guerreros, dueños de las distancias. Atienza tiene un castillo roquero sorprendente, al que es muy fácil subir, a pie, desde la plaza mayor. En lo alto de la roca, la torre del homenaje, y al final de sus escaleras, las terraza. Sube allí, observa en torno, escucha y aguanta el viento, poderoso. Almonacid de Toledo. Sobre la llanura parda toledana se alza en lo más alto de un poderoso cerro esta fortaleza que fue durante siglos propiedad de los arzobispos toledanos. Su estructura es muy curiosa, y muy demostrativa de cómo fueron las construcciones militares medievales: cerca exterior, castillo interior y torre fuerte o del homenaje en su centro. Belmonte. En la tierra de Cuenca, sobre las anchas llanuras de la Mancha, esta riente pirueta de la arquitectura y la historia. Propiedad de los Pacheco durante siglos, el buen hacer de un arquitecto borgoñón, Juan Guas, levantó esta complicada mezcolanza de torres y patios, de salones y ventanas. Todo tiene el marchamo de lo gótico en Belmonte, y allá se celebran, ahora, luchas y torneos con armas antiguas, entre bravos muchachos que entrenan con sus espadas, lanzas y dagas. A Belmonte es fácil llegar, subir en coche hasta la puerta misma del castillo, y vagar por su patio, sus salones que […]
En Toledo aparece Don Quijote
Este pasado miércoles 21 de enero, y en la Biblioteca Regional, sita en el Alcázar Real de Toledo, se ha presentado públicamente la Colección de Libros “Tierra del Quijote”. Una iniciativa cultural nacida en Guadalajara, de la mano de la editorial alcarreña Aache, que pretende con ello aportar su grano de arena a las celebraciones conmemorativas del cuarto Centenario de la edición de la parte segunda del Quijote. Otra vez el Año Quijote De muchas maneras podremos rememorar la aparición de esa segunda parte del Quijote, la novela/diálogo en la que Cervantes plasmó los problemas de la nación, de sus habitantes, de sus regidores y de sus minorías étnicas (un retablo de lo más contemporáneo) junto con sus propios problemas, y los que él entendía que eran “invariantes castizos” del espíritu español, y por extensión humano. Como de la administración regional no podemos esperar grandes ideas, calculo que van a ser las instancias particulares y personales, el empuje del caldo cultural castellano-manchego (que existe, y se nota) y los ánimos siempre pujantes de las asociaciones culturales que mantienen los ciudadanos a su costa, los que van a dar la nota de esta conmemoración. Así hemos visto la primera representación. Fue el pasado miércoles 21 de enero, en el gran salón de actos de la séptima planta del Alcázar Real de Toledo, donde está ubicada la Biblioteca Regional de Castilla-La Mancha, con numerosa asistencia de interesados en el tema, se presentó la Colección de libros “Tierra del Quijote”, que pretende como ya lo ha demostrado con los cuatro primeros títulos que ha puesto en manos de sus lectores, ir estudiando las conexiones entre las poblaciones de la región en las que la novela de Don Quijote desarrolla sus aventuras, y en los que protagonistas (quijote, sancho, dulcinea, caballero del verde gabán, barbero, cura, etc…) y sus hechos narrados tienen consistencia geográfica. Así, los títulos de los libros lo dicen todo y me ahorran mayores definiciones: el primer título es “Pedro Muñoz ¿ese lugar de la Mancha?” en el que se estudia la evolución histórica de la Mancha santiaguista y la gran probabilidad de que el hidalgo don Alonso Quijano fuera de esos de ganancia que andabn por aquella tierra. El segundo es “Tomelloso, pobladores y fundadores” analizando el primitivo surgir de esa ciudad manchega, por la pasaron desde tiempos prehistóricos gentes de caminos y caminerías sin fin. El tercero, “Manjavacas y […]
Castilla la Mancha en la palma de la mano
Hoy celebramos el Día de la Región, un aniversario más desde la aprobación del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha. Aunque a veces nos dejamos llevar por la pasión política (unos más que otros, también es verdad, y unos con menos raciocinio que otros) y eso nos da una visión sesgada de la realidad circundante, lo cierto es que nuestra tierra es hermosa y nos recibe siempre con los brazos abiertos… A ella nos vamos ahora a caminar, a descubrir los pueblos más llamativos, con mayor fuerza en sus perfiles. De los 919 municipios con que cuenta nuestra Región Autónoma (más de la mitad no alcanzan una población de 500 habitantes), destacan algunos por su prestancia, por su importancia histórica, o por las referencias patrimoniales y visuales que poseen. A ellos, como símbolos de un territorio en su día de fiesta, quiero referirme ahora. Para que sigan estando en el plano de posibles objetivos a viajar hasta ellos. Son cinco pueblos, uno por provincia. Puestos aquí con el exclusivo mérito de ser mis preferidos. Chinchilla de Montearagón Tras caminar por las llanuras de la Mancha de Montearagón (la que se acerca al Levante) en lo alto de un cerro se ve con asombro un castillo imponente: es el de Chinchilla, tierra fronteriza. El pueblo, descolgado sobre las faldas del cerro, cuestudo y animado, es uno de los espacios con mayor fuerza evocativa de nuestra tierra. Esa evocación se centra, con dinamismo urbano y variedad de arquitecturas, en la plaza mayor, la plaza del Ayuntamiento, donde sobresale el edificio concejil, al que siempre miro con asombro. El Ayuntamiento de Chinchilla es un elemento arquitectónico complejo. Se conforma con la suma de tres grandes edificios que a lo largo de los siglos han ido teniendo diversos usos públicos. El cuerpo central es el más antiguo, pues fue construido en el siglo XVI. En él se situó la gran puerta principal, de estilo plateresco, que se abre a la calle llamada de La Corredera, y que sigue constituyendo el único acceso, o el principal, al Ayuntamiento de hoy. Esta fachada, fechada en 1590, se incluye en un estilo que se ha denominado manierismo andaluz vandelviriano, porque lleva en su conjunto ornamental una serie de elementos utilizados con profusión por Andrés Vandelvira y su escuela: rombos, espejos, recuadros lisos y cajeados, etc. Es esta una fachada de edificio público muy armoniosa, destacando el hueco […]